12 de septiembre de 2013

Tu dices Adios
Yo digo Hello
Tu dices Alright
Yo digo No more

Esto se ah convertido
En el problema que antes tuvimos
¿Crees que salgamos de esta situacion?
Por que yo ya No quiero mas este dolor.

7 de septiembre de 2013

Fuente de pensamientos

Y piensa antes de actuar, la vida no da segundas oportunidades...




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Aquella Noche...

Eran las tres de la madrugada, una noche fria. El viento soplaba como si advirtiera una tormenta. Las hojas se mecian y el cabello de Evelyn quedaba intacto gracias a su boche negro, que ella siempre usaba luego de darse un refrescante baño.
No tenia frio, al contrario, cuanto mas soplaba el viento mas calidez sentia.
Ella no era una persona que le gustara la civilizacion. Le encantaba la naturaleza. Por las noches como aquella bailaba como un espiritu libre. Era atenta, misteriosa, aunque solo tenia 17 años su alma era a la de una niña de tres años descubriendo un mundo nuevo. Uno del que todas las cosas fantasticas cobraban vida. Y aunque muchas veces parecia un cuento de hadas, no simpre lo era.
Su vida como ella pensaba era un sube y baja, aveces un sueño y otras una completa pesadilla.
Contemplando el cielo, dibjaba como se imginaba su mundo. Hasta los mas insignificantes detalles agregaba. Ys solamente asi, sabria que su dibujo estaba terminado. Su mente se llenaba de paisajes y de historias, de estraños mundos lejanos y de un solo caballero que se le enamorase al instante en que la viera.
-Los suspiros de una mujer son siempre a causa de un hombre...aunque sea imaginario - decia Evelyn parada en el balcon de su pieza, resitando las palabras de un viejo dicho que decia su abuela.
Sus parpados se caian, sus bostezos comenzaban y ya sentia frio. Aunque raramente dejaba el ventanal abierto, esta vez lo hizo; sin ninguna explicacion posible. Se dirigio a la cama como sis sus pasos fueran los mas lentas y la distancia la mas larga. Ya ni siquiera podia mantenerse parada, se habia levantado muy temprano como para quedarse tan tarde despierta. Cualquiera pensaria que se estba desmayando, pero no, solo era un profundo sueño al que ella deseaba pertenecer. Apoyo sus brazos en la cama, se sento y con sus ultimos esfuersos, levanto las piernas hasta quedar acostada en esa gran cama. Su mirada se desvio hacia el ventanal, donde la luna llena iluminaba toda la habitacion. Evelyn cerrando sus parpados pudo notar una sombra extraña en el arbol de enfrente, sin embargo sus ojos se cerraron, durmiendo placidamente en los brazos de morfeo.
En ese momento el cuarto parecia una pintura. Los sonidos eran solamente el viento soplando las hojas y el llamador de angeles de bambu que se encontaba en el balcon. Los tonos permanecian en la gama del azul y el blanco, hasta el negro en esos lugares donde la luz de la luna no alcanzaba. Evelyn, obtenia la apariencia de un angel celestial, que acababa de renacer de lo mas profunda lejania entre el cielo y la tierra. La escena era perfecta.
Mientras las nubes grises tapaban la luna, una sombra extraña se hayaba oculta en un arbol.
De pronto todo paro. El viento ya no soplaba, no habia ruidos ni tampoco luces. La oscuridad y el silencio invadio la noche.
De la nada, la sombra llego al balcon.Aquella sombra parecia a la de un muchacho de algunos 20 años y mas. Su vestimenta era toda negra. Una camisa y chaqueta larga, pantalones ajustados, botas con distintos detalles, y solo se diferenciaba el cinturon blanco que poseia en su cintura.
Aquel muchacho misterioso entro en la habitacion. Su mirada hacia Evelyn yacia en un rotundo pensamiento de tristeza y soledad. Como si sus energias se agotaran en un segundo, cayo. Al caer un rido se pudo escuchar. Evelyn con el sueño ligero que siempre poseia, abrio los ojos despacio notando que a su mano alguien estaba aferrado. Su vista se dirigio al lado de la cama. Ahi mismo sentado en el suelo se encontraba un hermoso muchacho de cabello oscuro rizado, ojos azules y una mirada totalmente triste. Antes de poder preguntarle algo, el joven se paro.
Ella aun pensando en la situacion que se encontraba el joven no le daba miedo, si no pena por verlo triste pero tambien alegria, sin saber el por que. Sus miradas se encontraban fuertemente entrelazadas.
Pasaron minutos, ninguno se habia movido, ninguno habia hablado, parecia que le tiempo se habia parado. El sonrio. Ella aun confundida una lagrima broto de sus ojos. Se sentia feliz pero..¿Por que? Le devolvio la sonrisa.
Todo ya parecia tranquilo, el dolor, la angustia, todo habia desaparecido.
El se inclino hacia ella, acaricio su cabeza y la beso. Un beso corto pero que transmitia felicidad y tranquilidad. Sus miradas se volvieron a encontrar,el aun con una leve sonrisa se dirigio hacia el balcon.
Evelyn tratando de abrir del todos sus ojos noto como algo brotaba de la espalda del joven. Pequeñas plumas blancas salian y como poco a poco aparecian ala blancas y majestuosas. Pestaño varias veces para asegurarse de que no era una mentira y en una de esas el, desaparecio. En su lugar estaban las pequeñas plumas blancas que antes salian de su espalda y junto a ellas, una que destacaba, una pluma mas grande que las otras, una negra. El joven era un angel que la vino a visitar, su razon, aun era desconocida.
Evelyn intento cerrar sus ojos acostandose de nuevo en la cama, pensando que solo era un sueño. Y aunque trato no pudo, permanecio alli con los ojos cerrados pensando que solo habia sido un sueño. Un hermoso sueño.
El reloj de la mesia de luz marco las seis, y ella pudo entender que no era algo que su imginacio habia inventado, era algo real. Desconcentrada y un tanto feliz, decidio ir hacia donde el angel habia salido volando. Alli vio como se encontraban aquellas plumas pequeñas y suaves que dejo el angel, junto la pluma negra, delicada y suave en aparecia y tacto. Las junto guardandolas en una cajita en su escritorio.

Un suspiro dejo salir, el ángel de aquella noche de seguro volveria...


3 de septiembre de 2013

True Story: Desesperacion por un triangulo amoroso


Desvanecerme ¿Yo?
Si, poco a poco lo hago
¿Por que?
Simplemente por que lo que quiero que sea mio me lo arrebatan,
en un segundo y sin dudar.

Ni piensan como me va afectar,
No hablo de lo material,
ojala asi fuera.
Seria mas facil, demasiado facil.

A ver si alguien puede coprender
El sufrimiento o intolerancia de mi ser.

¿Que nadie se da cuenta?
¿Vos aun no lo haces?
¿El por que te alejo de el?,
¿Mi cara de ira al verte con el?,
¿El que hable de vos y te mire con los ojos de los que yo
Siempre eh tenido prohibido?

¿Alguna vez se te ocurrio mirarme?
Pero mirarme encerio, no como lo haces ahora.

¿Que sientes cuando te beso?
¿Se te acelera el corazon?
Al parecer no.

Sigo observando,
Me da rabia que estes a su lado. 
¿Que no ves sus intenciones?
¿No ves lo que hace?
¿Tan amigo lo consideras?

No quiero que me arrebaten lo unico que poseo de vos.
Los unicos besos que te puedo pedir,
Aquellos en los que te sonrojas y me encanta
Aquellos con los que pruebo uno y quiero miles mas.
Aquellos que se que el no tiene.
Aquellos que quiero que sean completamente mios.

¿Que no te das una idea de como te miramos?
Lo ironico es que lo sabes.

El era mi amigo...¿Era?
Sigue siendolo, pero no le perdonare si me quita tus besos.
Me niego aceptar esta situacion.
¿Triangulo amoroso? ¿Desde cuando empezo?
No fue ayer..sino..tal vez...

La situacion me saca de las casillas.
¿Se han dado cuenta de como estoy actuando?
Creo que no.
Si no ya me hubiese dicho algo.
Algo que no quiero escuchar y menos de parte e el.

¿Que estas pensando ahora?
Miras la nada como si fuera interesante.
Te pregunto y como siempre me dices...nada.

¿Sabes lo que siento?
¿O piensas que es un juego?

Crees que soy de jugar tanto tiempo,
todas me aburren pero vos no.
En un momento pense que eras mi droga.
Mas especificamente, tus besos.
sos benditos besos que solo yo te doy.
Aunque sea en secreto...

True Story: Pesadilla de la realidad

¿Esto es una ilusion o la simple y maldita realidad?
Si se trata de un sueño, su nombre seria pesadilla.
Si e trata de la realidad..
Solo me toca suspirar y caminar.

¿Alguien puede decir que pasa?
¿Por que algo que se encuentra bien...
tiende a desaparecer?

Solo una accion, palabra, frase o hasta aparicion.
Puede lograr romper aquel mundo que tanto cuesta construir.

¿La posibilidad de que ese error se vaya es remeoto?
¿O se puede hacer algo al respecto?
Si es asi, por favor hablen,
Que estoy a punto de quebrarme.
Vueltas y mas vueltas,
me canse de pensar y esperar,
Peri si actuo..
¿Que puede llegar a pasar?

¿Mas pesadillas o mas crudas realidades?
¿Mas problemas o mas decepciones?

Sea cual sea la respuesta.
No seguira siendo buena.

23 de agosto de 2013

La Espera

Miraba por la ventana la llegada del amor que le pidio su mano hace algunos años. Tardaba, y su impaciencia empezo aparecer. Las llegadas de su marido a esa casa siempre eran por la tarde, pero algun imprevisto tubo que haber ocurrido para que la noche apareciera pero el no. Supiraba como si fuera el dia de su primera cita, aquel dia en que las cosas comenzaban entre ellos. El dia en que espero a su enamorado un par de horas de lo acordado; debido a un incombeninete  que le ocurrio hacia el ultimo momento. Aquel dia habia sido divertido para ambos, todo el dia juntos habian pasado. La cabellera roja del mayor y sus ojos verdes se distinguian por las luces de aquella noche de primavara. Donde habian paseado por todo el centro de aquella ciudad.  Logrando por fin reconocer sus  verdaderos sentimientos aquella noche en donde se besaron debajo de una luz tenue del parque.
Su amor que era mayor, trabajaba en la capital, viviendo ellos en casi la frontera de la ciudad. Un largo viaje por asi decirlo, pero el mayor era un empresario conocido, no podia dejarla. En cambio su paciente amor, que esperaba por el, trabajaba en uno de los mas importantes invernaderos de la ciudad. Donde cultivaban las mas hermosas flores y plantas del pais, ademas que algunas que otras del resto del mundo.
Cansaba esperar a aquel hombre siempre inpuntual, sin embargo siempre lo recibia de esa manera. Aunque tardara dos dias en llegar, permaneceria alli, esperando.
Sus ojos de repente se cerraban, aquel dia habia sido agotador. Cuatro bodas de junio habian sido arregladas aquella mañana. Sin contar el trabajo que tuvo que hacer en el invernadero y los viajes hasta aquellas y iglesias y un jardin.
Entrecerraba sus ojos, logrando que su mano empezara a resbalarse sobre el vidrio. Al caer, desperto. Abrio grandes sus ojos mirando hacia todos lados. Vio la hora de la television y se alivio al notar que no se habia dormido. No queria que su amor llegara y sin poder recibirlo.
Tomo la colcha que tenia cerca, debido a que conocia al hombre impuntual, y se abrigo. Tapandose con ese pedazo de tela la espalda abrazandose asi mismo con ella.
Volvio a suspirar apoyado en la ventana nuevamente, su aliento se reflejo en el vidrio. Mostrando un vapor impregnado en el, que poco a poco se achicaba. Tirito. Estaba haciendo demasiado frio, miro hacia el cielo, notando lo negras que se encontraban las nuves. Se preocupo al pensar que el mayor llegaria a la casa todo empapado. Por lo que cogio sus celular y le mando un mensaje preguntandole donde estaba. Al poco rato recibio su contestacion, diciendole que estaba retrasado por una reunion de la empresa, que conducia y que pronto llegaria a casa. Las ultimas palabras de aquel mensaje fueron un te amo, simplemente escritas, pero con un gran gesto de amor.
Sonrio y se preocupo mas por su mensaje, ¿cuanto tardaria? las reuniones de la empresa siempre duraban entre dos a tres horas. Le contesto con un simple 'Ok, y yo tambien' para despues bajar su celular y mirar por la ventana otra vez. Volvio a tiritar. Se acurruco un poco mas contra si, sentandose en aquel piso calido debido a la chimenea que poseia al lado de la gran ventana. Sintio mas calor, logrando que el frio se vaya y el sueño volviera.
Sus parpados se debilitaron de nuevo, cayendo esta vez en el profundo sueño que lo llamaba a gritos. Al momento en que sus parpados se cerraron, durmiendose al instante, la lluvia comenzo a caer. Gota a gota, y cada vez mas rapido y fuerte.
Un gran chaparon se escuchaba y retumbaba en las cercanias a las ventanas y puertas. El viento comenzo a soplar mas fuerte, los arboles se doblaban de la fuerza que poseia aquel particular aire.
Tanto sueño poseia Gabriel envuelto en un acolchado, que no noto ni la fuerte lluvia, ni el viento agresivo; tan poco noto el escandalo que hacian los noticieros bajo el choque multiple de autos, en donde un hombre era transportado en una camilla hacia una ambulancia gravemente herido. Los enfermeros que lo atendieron solo sabian tres cosas: sus ojos verdes, su cabello rojizo y su nombre Lucas.

16 de julio de 2013

Alma del Vampiro Pasado - Completo


Capitulo 1
- ¿Desde cuándo había comenzado todo esto? Ah sí, ya recuerdo, desde que nos dijeron que eran…
Cinco meses antes…
Pues explícanos Katherine, porque nosotros no entendemos nada – decía.
No, gritaba Collin a la muchacha que tenía en frente. El ambiente era tenso se notaba las miradas de todos, o por lo menos la mayoría, centrada en la chica de melena enrulada vestida de jeans, botas y chaqueta de cuero negro.
Te explicare, pero cálmate – suspiraba para dejar pasar las palabras de su garganta - Ustedes ya vieron que somos, queda claro que somos unos monstros, unos vampiros – Contestaba a la vez que miraba la cara de todos los presentes. Algunas calmada, otras sorprendidas. La de Collin era una de las inexpresivas, no sabía cómo mirarla. Katherine abrió la boca para volver hablar pero la cerro al notarse ser interrumpida.
Pero no entiendo – decía Keitlyn – ¿Como… cómo es posible si... Nosotros los vimos crecer?- decía la muchacha, de largos cabellos color chocolate y ojos de mismo color – ¿no se supone que los vampiros… no envejecen?
Tienes razón no envejecemos pero hay un conjuro para aparentar otra edad – contestaba esta vez y muy calmadamente Tyler, otro vampiro.
Lo que han visto durante estos años de nosotros fue una ilusión. Hace trece años nos enteramos de un conjuro que podía hacer que aparentemos físicamente las edades que hemos tenido antes de que fuéramos vampiros – explicaba Katherine.
No entiendo, o sea todo lo que vimos de ustedes…Todos estos años… fue una ¿ilusión? – preguntaba Emily por primera vez en esa reunión.
Exacto – dijeron los dos vampiros al unísono.
¿Pero cómo? No creo que los vampiros puedan hacer conjuros… ¿o sí? – hablaba Keitlyn.
Es cierto, no podemos hacer magia de ese tipo – decía Tyler mientras se sentaba – Pero una bruja si puede –
¿Una bruja? ¿Qué bruja? –
Una muy poderosa - contestaba el vampiro más alto y morocho.
Mi madre – decía Victoria sentada en uno de los sillones – Mi familia y yo somos brujas, mi abuela les dijo lo del conjuro y mi madre lo realizo, yo solo era una niña pero lo recuerdo perfectamente – explicaba. Los demás la veían asombrados, excepto por cinco personas – duro toda la noche y para la mañana ellos ya eran niños, o eso se veía – miraba a los vampiros con melancolía – hemos sido amigos desde entonces - Tyler y Katherine le sonrieron – y unos años después encontramos a más personas en quienes confiar, aunque estén peleando cada dos por tres- decía lo último en un suspiro de frustración, mientras veía de reojo a Sofía, quien se encontraba a su lado y a Sam y Thomas que se encontraban a un par de metros de distancia sentados en otro sillón.
¡Alto aquí!  - gritaba Emily parándose de repente - ¿O sea que sos una bruja? Ja – reía irónicamente – No lo puedo creer, vos una bruja – apuntándola con un dedo – ¿y ustedes dos vampiros? -  Emily hablaba y una media sonrisa salió de la boca de Katherine, era muy divertido verla en ese estado de sorpresa - ¿Qué me falta? ¿Un hombre lobo por casualidad? – Irónicamente, acertó - ¿Qué es tan gracioso? – Se quejaba con sus manos en la cintura – Thomas, Sam, Katherine y Tyler se volvieron a reír.
Si Emily, dos hombres lobo – decía Sam con una sonrisa en la cara.
Eh?- si la muchacha estaba confundida antes, ahora estaba el doble.
Somos hombres lobo Em, el y yo – contestaba Sam, señalando a Thomas. Los ojos de la chica y los de Colín, Keitlyn y Mattew se abrieron de par en par. El resto se reía por las caras de sus amigos.
¡¿U..Ustedes son…hombres.. Lobo?! – tartamudeaba Mattew de la impresión. 
Si Matt, lo somos – contestaba Thomas seriamente.
Y yo también soy una bruja chicos – todos miraron a Sofía. Algunos riéndose y otros sin expresión alguna en la cara.
¿Era cierto? ¡Un par de vampiros, un par de brujas y un par de hombres lobo! Y todos ellos sus amigos. ¡Era una locura!
¿Están bromeando cierto? – preguntaba Keitlyn que al parecer era la única que podía hablar, luego de esa gran confesión por parte de la mitad del grupo.
No – dijeron los seis al unísono.
¿Son enserio…vampiros, -mirando a Katherine y Tyler – brujas – mirando a Victoria y Sofía – y hombres lobo? – viendo a Sam y Thomas.
Si – dijeron de nuevo al unísono, con una sonrisa cada uno.
No lo puedo creer – termino diciendo la colorada del grupo para luego sentarse en el piso, mirando un punto fijo, procesando todo lo que le acaba de decir.

En el tiempo actual…
 Había pasado tanto tiempo ya desde aquella noche. Al principio no les creía, hasta que se transformaron mostrándonos lo que eran. Cada uno más sorprendente y temible que el otro.
Katherine y Tyler poseían suficiente dinero como para que vivamos todos juntos en las afueras de la ciudad, cercanos a algunos bosques. Territorio donde Sam y Thomas corrían libremente. Qué tiempos aquellos, cuando todo era tan pacifico.

¿Qué ocurre Ty? – pregunte. Nos habían citado desde hacía dos horas en el living. Al parecer es serio, Ty y Kath están demasiado serios.
Últimamente han oído sobre las muertes de la ciudad ¿no? Bueno el tema es que creemos que no es un simple asesino – explico directamente Tyler.
¿A qué quieren llegar? – pregunto Sam
Creemos que es alguno de los nuestros –
¿Un vampiro? – pregunto esta vez Sofía.
No sabemos aun si un vampiro o un licántropo pero sabemos que no es humano –
 Las personas de las cuales mata, de sus cuerpos solo quedan partes. Miren esto – Katherine que hasta recién estaba hablando se paro y se dirigió a su mochila, saco una carpeta y nos la tiro en la mesita enfrente de nosotros. Emily la cogió.
¿Qué es esto? – pregunto al parecer asustada mirando el contenido de esa carpeta. Espero que no me traume. Me acerco y veo un poco. Las imágenes son horrorosas. Personas con la mitad de sus cuerpos o en partes, sin ojos y al parecer con ¿mordidas? Si, son mordidas, de todos los tamaños. Grandes como en sus hombros o costillas y pequeñas como en sus muñecas y cuello. Escuche un sonido raro de parte de Victoria y Sofía, las dos tenían cara de asco y una mano en sus bocas.
Sé que dan ganas de vomitar, vayan si quieren – dijo Kath poniéndole una mano en sus hombros. Sofí y Vic se fueron corriendo escaleras arriba, de seguro al baño – Si alguien más quiere ir que vaya, luego seguimos hablando – negué con la cabeza y creo que el resto hizo lo mismo pues continúo hablando – De acuerdo. Esas muertes que digamos si las puede hacer un humano, pero con tiempo, demasiado tiempo. En cambio un licántropo o un vampiro no. En unos minutos ya puede estar así  - Volví a mirar las fotos.
¿Pueden llegar a ser dos? ¿Un licántropo y un vampiro? – pregunte.
¡No es posible! – Grito Sam – La manada, ninguno pudo hacerlo, los conozco no son capaces de hacer tal masacre. Son pacíficos y siguen ordenes y reglas – Sam se notaba desesperado. El es el segundo al mando luego de su hermano y tiene cierto control en la manada. Estoy seguro que no le gusta nada la idea de que alguno haya hecho eso.
A menos – dijo Ty – que no sea de la manada. Tal vez sea alguien nuevo -
Nosotros ya nos hubiésemos dado cuenta – dijo esta vez Thomas.
No si esta con un vampiro – dijo Katherine. Em, Keith, Collin y yo estábamos sin habla. Y no porque no podíamos hablar si no porque en estos temas no podíamos hacer mucho. Nosotros mismos habíamos insistido en que nos mantengan al tanto de su mundo. Todo se volvió silencio y las chicas volvieron aparecer.
Mañana hablare con mi hermano y veremos con el resto de la manada si se encuentra un nuevo visitante – Sam parece enojado, suficiente como para no poder calmarlo rápido.
De acuerdo – dijo Kath – nosotros investigaremos por nuestra parte –
¿Nosotros no podemos hacer nada no? – pregunto Emily. Yo tenía la misma pregunta.
No, pero nos gustaría que de la escuela se vengan a casa. No es bueno estar en las calles de la ciudad tan de noche y menos si no están con alguno de nosotros – dijo Tyler.
Nos tratan como a niños pequeños – decía Keitlyn. Me reí por el comentario pues es cierto. Kath y Tyler sonrieron.
Solamente los cuidamos y para nosotros son niños pequeños – decía Kath enfocándose en la palabra ‘son’. Todos reímos. Bueno por lo menos no es tan malo todo. Decidí irme a dormir, estamos en los últimos años de secundaria y necesito desesperadamente un descanso. Además es tarde.

Horas después, en la cocina.

¿Iras a cazar? –
Tal vez. Tengo que hablar con mi tío. Además necesito saber algo más de ese asesino –
O esos asesinos. Kath, acuérdate que pueden ser más de uno –
Lo se lo sé, ¿tú crees que puede ser ella? –
No sé, es raro pero posible. No creo que ande con un licántropo, hasta donde lo sabemos los odia –
Tienes razón pero todavía tengo esa duda, dijo que nos mataría por no seguir nuestra naturaleza –
¿Estás preocupada? –
Un poco, mas por ellos que por mi –
Mientras estemos a su lado no ocurrirá nada –
Es verdad. Bueno me voy Ty. ¿Te quedaras despierto? – decía Katherine mientras se bajaba de la mesada, donde estaba sentada.
No, estoy cansado. Hoy estuve recorriendo la ciudad con Em y Keith, en plena tarde, buscando sus vestidos de graduación. Necesitaban una opinión masculina – bufo – salúdalo de mi parte.
Lo hare, bueno me voy entonces. Bye – decía Katherine mientras levantaba la mano en forma de despedida y salía a toda velocidad de esa casa.
Y yo que pensé que usaría el auto – suspiro Tyler y se termino su vaso de “jugo” rojo para irse a descansar.

En algún indeterminado lugar de aquel país. En el concejo vampírico.

¿Sí..? ¿Que necesita? – Le hablaba una mujer aparentemente de unos 20 años con labios rosados y cabellera negra lacia, ojos verdes y vestida de traje. Claramente una nueva recepcionista.
Vengo a ver a mi tío, Lisandro Salvatore – decía Katherine.
¿Usted es su sobrina? – un leve tono de sorpresa se encontraba en sus palabras, el resto sonaba a envidia.
Si, ¿Dónde está? –
En su despacho –
Gracias – agradeció y se dirigió hacia allí.
El lugar era enorme además de ser alto. Las oficinas se encontraban primero y después el gran salón donde  se daba las conferencias del concejo, después de allí no sabía que más había. Casi al final de aquel angosto pasillo se encontraba la oficina de su tío. Toco la puerta – permiso –
Sobrina pasa pasa – le decía su tío agitando su mano.
Buenas noches tío – decía Katherine dedicándole una sonrisa, ya dentro de aquella hermosa oficina.
Era grande, un escritorio de roble en el centro de la oficina, a la derecha unos sillones de cuero negro y una mesita de café de la misma  madera. Del otro lado un bar con copas de cristal negro y transparente y al lado de este un mueble con algunos que otros libros viejos. Todo en tonos de rojo y marrón oscuros, sin mencionar el negro prevaleciente en ese despacho.
Buenas noches sobrina, me dijo la recepcionista que estabas ¿Qué paso? – preguntaba un preocupado hombre de traje, de no más de 27 años aparentemente. Cabello oscuro con tonos rojizos en las puntas, ojos bordo y piel algo pálida.
Seguro has escuchado sobre las muertes de la ciudad ¿o me equivoco? – Katherine hablaba seria, no era una broma la situación. Si ella y Tyler tendrían razón sobre los asesinatos va a ser dura la búsqueda sin hablar de que se forme alguna batalla.
Si estoy enterado – su voz sonaba seria y por otro lado curiosa.
Ningún humano puede llegar hacer eso, es cosa de licántropos y vampiros – esta vez sonaba desesperada Katherine.
Lo sabemos, ya hemos ido a investigar. Sean quienes sean están violando la ley así que de seguro los mataran. El concejo licántropo está enterado también. Mañana se les informara a los líderes de las manadas para que estén alerta – Lisandro le dedicaba una sonrisa. Katherine en cambio miro a otra parte y suspiro – ahora bien hablemos de nosotros. ¿Cómo anda mi sobrina querida y el resto de su familia? –
Bien, el estaba cansado por eso no vino. Los chicos están en sus últimos días de secundario así que están un poco entusiasmados y al mismo tiempo cansados – resignada Katherine contestaba.
Ya veo, ¿Keitlyn sigue insistiendo en convertirse en vampiro? –
Si, dice que cuando termine la secundaria quiere que la convirtamos –
¿Vos y Tyler quieren hacerlo? – preguntaba Lisandro en tono curioso y preocupado.
No, pero ella insiste demasiado – suspiro – no lo haremos de todos modos –
Sabia decisión – sonrió - ¿y tu como andas? Estas más pálida de lo normal y tus labios ya no tienen ese rojo intenso - decía mirándola atentamente.
Lo sé, últimamente no vengo alimentándome bien. La sangre de animal me está hartando – Apenas pudo terminar su oración para que su tío le extienda un vaso con sangre. Ella lo miro y lo tomo. Cerró sus ojos, ese sabroso líquido rojo se deslizaba por su garganta. Tenía sed, desesperadamente mucha sed de sangre humana, la de animal no calma mucho. Se termino el vaso y abrió los ojos. Esos que antes eran ojos marrones oscuros ahora poseían el color de un rojo vivo. Se relamió sus labios, limpiando hasta la última gota. Sus ojos volvieron a ser como antes. Lisandro sonrió.
¿Rico? – Katherine sonrió y asintió – Me alegra que te haya gustado, llévate la botella si quieres. Yo tengo más en casa – decía tendiéndole una bolsa con dentro la botella de sangre anteriormente probada.
¿Enserio? – a Katherine le brillaron los ojos. Su tío asintió. Y ella cogió la bolsa – Gracias, ¿tío te puedo hacer una pregunta? –
Dime – contestaba mientras se volvía sentar en frente de su sobrina.
¿Sigues viendo a Sebastián y Sunny? – la sonrisa de Lisandro desapareció y Katherine pudo notar como sus ojos se entristecían.
Con Sebastián sí. Pero con Sunny no. Últimamente está enojada porque no puede hablar con los humanos ni con otros que no sean parte del concejo o de ellos.
Ya veo, ¿por qué no le dices que nos visite? –
Sabes que no puedo permitir un contacto entre los humanos y ellos. Los licántropos y las brujas tal vez pero no si no son parte del concejo – Katherine sabia de las reglas pero tenía que intentarlo. Conocía a Sunny desde que ella se volvió un vampiro purasangre, hace más de doscientos años.
De acuerdo ¿pero aunque sea no la podemos ver Tyler y yo? – insistía Katherine.
Está bien pero que sea ahora – la muchacha lo pensó unos minutos.
Ok – fue lo único que contesto. Lisandro suspiro.
Tyler me va a matar por no dejarle ver a Sunny – decía Lisandro
Irónico, ¿cómo te va a matar? – Los dos rieron, era cierto, aunque Tyler sea fuerte no se compara con la fuerza de su tío.
Me puede clavar una estaca sabes o ponerle ajo a mi comida – Lisandro rio para luego cerrar sus ojos. Katherine sabía por qué los cerró y era mejor quedarse en silencio.
Los vampiros purasangres, como ellos dos y Tyler, poseían dones. El don de su tío era la comunicación telepática. Podía comunicarse con cualquier persona o especie, en tanto la conociera, en cualquier parte de los mundos. Sunny y Sebastián se encontraban en el paraíso ahora. Así que tardaría un poco en conectarse con la mente de alguno de los dos. Tal vez unos 15 minutos.
Lisandro seguía con los ojos cerrados y ya habían pasado 30 minutos. Katherine ya se estaba desesperando. Iba abrir la boca para hablar cuando su tío abrió los ojos.
¿Y? – solo pudo decir Katherine.
No está -  fue lo primero que dijo Lisandro. Por la cara de confusión que tenía su sobrina, continuo – Me contacte con Sebastián pero cuando fue a buscarla no estaba. Así que la está buscando.
Desapareció ¿eh? – Suspiro – debe estar jugando en algún lugar – ‘Espero que siga las reglas’ pensó Katherine.

En las afueras de la ciudad, en una casa donde vivían licántropos, vampiros, brujas y humanos. Un hombre lobo miraba sorprendido a un ángel que yacía apoyada en el marco de la puerta del balcón.










Capitulo 2
Me desperté por un aroma delicioso – Keitlyn debe estar haciendo el desayuno – Cuando esa mujer está en la cocina se come como los dioses – hablando de dioses - ¿Quién era la chica de anoche? Era un ángel, vi sus alas – sus blancas alas – ¿habrá sido real?
Sam ¿te despertaste? – ¿eh? Ah es Thomas
Si, déjame ir a bañarme eh iré a desayunar – me levanto y cojo una toalla y mi ropa. Estamos en los últimos días de secundaria así que hay que lucir bien.
Apúrate que no te quedara nada si no – me advirtió y se fue. Va a devorar todo si no me apuro. Entro al baño y vuelvo a pensar en aquél ángel - ¿Qué me pasa? – se que los ángeles existen pero no me puedo comunicar con ellos. Está prohibido. Además los únicos que pueden comunicarse con ellos son los del concejo o como Kath o Ty por su tío. ¿Para que vendría a verme un ángel? Me duele la cabeza con solo pensar en lo que paso anoche.


¿Quién eres tú? ¿O que eres? – mire a la muchacha de cabellos dorados en la puerta de mi balcón, es preciosa. Sus ojos  son verdes y tiene un vestido blanco puesto. Sus alas son más grandes que ella y son hermosas. Un aura pura la rodea.
 Buenas noches hombre lobo - ¿Hombre lobo? ¿Sabe lo que soy?
¿Quién eres? – pregunte. Me miro raro y luego bajo la cabeza, parece triste.
Un ángel, me llamo Sunny – Levanto el rostro y me sonrió.
No es posible, los ángeles solo pueden hablar con los del concejo, no con nosotros – Su cara cambio a ¿enojada?
¡Otra vez con esa ley porque no me dejan en paz, me aburro si no, es muy frustrante tener que obedecer ese tipo de órdenes! – Me sorprendí, ya que eran sus leyes y un ángel desobedeciéndolas es muy raro. Al parecer noto mi cara de sorprendido, pues se está riendo a  carcajadas.
Ya para  que no es para tanto – me estoy enojando, y conste que ya lo estaba.
Es que vos no viste tu cara - ¡Y sigue riéndose! – Bueno bueno me calmo – rio por última vez y me sonrió – Sos divertido, volveré - ¿eh? Estoy por hablar cuando un viento elevo la cortina y ella desapareció.

¿Qué paso después de ahí? – no recuerdo, creo que me dormí, bueno ahora que lo pienso dijo que volvería ¿eh? ¿Por qué estoy sonriendo? ¿Tanto me alegra volver a verla?
¿Por qué esa cara de idiota? – alcé la vista, ya me encontraba en el comedor. Me moví inconscientemente.
¿Quién tiene cara de idiota? ¿¿Eh?! – todos se rieron por mi comentario. Yo ni podía enojarme, seguía pensando en aquel ángel - ¿Cómo se llamaba? –
¿Quién? – me pregunto Collin. Hoy está más atento que nunca, primero mis caras y luego mis susurros.
Nadie que te importe – le contesto.
Bueno. Baja los humos –
Cállate Collin, antes de que se enoje – le retaba Emily. A veces agradecía que esa mujer este aquí pero otras veces prefería tenerla lo más lejos posible. Se vuelve insoportable.
Toma – vi como Keitlyn me dejaba un plato con el desayuno antes de volver  a la cocina.
Gracias - grite y se volvió a sonreírme e irse nuevamente a la cocina.
Es buena preparando un desayuno pero prefiero sus postres – decía Mattew
Si si – afirme devorando todo el plato de un bocado – mas – grite hacia la cocina.
Te atragantaras si no comes despacio – me decía Sofía.
No importa, tengo hambre – le conteste.
Déjalo, cuando se atragante con la comida se jodera el solo – le decía Victoria.
Estas dos, cuidado que te mandan un conjuro con tal de tener la razón – me decía Thomas. Nos reímos pero dejo de ser gracioso cuando nuestra comida desapareció del plato. Comida que Keitlyn recién me dejaba - ¡Eso no vale!
Jodanse – nos dijo Victoria.
Basta los cuatro, ustedes no desaparezcan la comida y ustedes dos no las jodan, idiotas – nos retaba Emily.
Ok – parecemos niños pequeños otra vez.
Apúrense que llegaremos tarde si no  - otra que nos reta.
Ya vamos ya vamos Keith – decía mientras me comía lo más rápido posible la comida – listo – grite, creo que muy fuerte.
¡Mis oídos Sam! – si grite alto. Pobre Thomas.
Perdón, ¿vamos? –
Ya era hora – Emily siempre tan amable.
¡Cállate! – le grite.
Volve a callarme y no les daré las llaves de los autos. Esta vez me las dio a mi Kath – Su sonrisa de satisfacción la odio.
Ok, vamos – resignado me dirigí a la cochera - ¿Qué auto me llevo hoy?
No se vos pero nosotras nos llevamos el Ferrari rojo – dijo Keitlyn.
Nosotros el negro – dijo Collin subiéndose al auto con Thomas y Mattew - ¿Venís con nosotros? –
Prefiero conducir – le dije
Búscate otro entonces – encendió el auto y se fue. Atrás los seguía las chicas con Emily como conductor - Espero que no ocurra un accidente – Me subí a la moto negra y conduje hasta la secundaria, tenía una hora y media de viaje, estaría tranquilo hasta entonces. Vuelvo a pensar en ese ángel llamado Sunny. Creo que debería averiguar más.
El tiempo transcurrió rápido ya que me encontraba a una cuadra de la secundaria. Entro al estacionamiento y todos me miran. Son molestos. Me estaciono  cerca de los autos de los demás y me acerco hacia ellos.
Al fin llegas – me dijo Mattew
Ni que hubiese esperado dos horas  - decía Emily
Bueno, hay que entrar – decía Sofía
Si podemos, mira hacia la puerta – todos miramos, hay como 7 chicos ahí, todos nerviosos. Sofía suspiro y Keitlyn se empezó a reír.
Todos tus admiradores mi amor – le decía Emily
Chicos – Sofí nos está mirando con cara de suplica pero no caeré otra vez. ¡La última casi me matan!
Yo te ayudo – dijo Mattew.
Gracias  - le dijo Sofí y los dos entraron. Comencé a reír, las caras de sus admiradores decepcionados y enojados son muy graciosas.
¿Chicas ustedes con quienes irán al baile de graduación? -  pregunto Collin. Yo tenía la misma duda, no recuerdo verlas con algún chico en específico.
Yo iría con Uriel pero está de viaje y no podrá volver para la fecha – decía Victoria. Ya casi me olvidaba que tenía novio. Como lo odio, nunca me gusto para ella.
Nosotras iremos juntas. No necesitamos a un hombre para divertirnos – decía Keitlyn pasando el brazo por el de Emily – nos vemos en el recreo.
Estas chicas, bueno ¿y ustedes con quienes irán? – nos pregunto Collin
Yo todavía no tengo pareja – conteste, era cierto. Aunque tenga chicas atrás mío, no me gustan, no son lindas para mí.
Yo sí, es muy linda y me viene pidiendo desde hace semanas ser su pareja – nos decía Thomas
A mí me paso lo mismo  - decía Collin.
Entremos  - dije y me dirigí hacia la puerta. Oigo murmureos de parte de las chicas. Es un poco agotador. Menos mal que mi salón queda cerca de la puerta principal. Entro y… ¡mas murmullos! ¿Qué no saben lo que es una vida privada? Me siento en mi pupitre – dentro de poco viene la profe. Cálmate cálmate  -
¿Estás enojado? - ¿eh? ¿Y esa voz? - ¿Cómo andas?
¿Sunny? – digo en un susurro pues la voz está en mi cabeza.
Sí, me recordaste ¿Cómo andas? -
¿Dónde estás? – le pregunte mirando a todos lados.
En la terraza del edificio de al lado - ¿me ves? – mire por la ventana
Si, te veo. Voy para allá – cojo mi mochila y me voy del salón. Por fin algo bueno en este día.

En el horario del almuerzo. En uno de los pasillos de la escuela.

¿Dónde estarán las chicas? No las veo – Sofía caminaba por los pasillos de la escuela buscando a sus amigas – Es extraño que no estén en la cafetería o en sus salones – se encontraba cansada así que resignada se dirigía nuevamente hacia la cafetería de la escuela. Sofía iba tan apurada que termino chocándose con alguien.
Perdón – decía subiendo la mirada.
No pasa nada, perdóname a mí – con la persona con quien choco era un muchacho no más alto que ella, morocho y de ojos azules, con unos anteojos de marco negro puestos.  “Quien dijo que las personas con anteojos eran feas no lo vio a él” pensaba mirándolo atentamente. El solo le dedicaba una bella sonrisa.
Eh…no hay problema – el timbre sonó - ¡Ah! Me tengo que ir, perdón – paso por su lado pero se detuvo - ¿Cómo te llamas?
Bruno – le volvió a sonreír. Sofía no podía quitar su mirada de aquel muchacho.
Sofía, un gusto –
Lo sé, y el gusto es mío – dijo y se dio media vuelta para irse. Ella pensaba detenerlo pero volvió a sonar el timbre.
Cierto, el almuerzo – dijo para volver a salir corriendo. Esta vez con más cuidado.

En la terraza de la escuela.

¿Hiciste tu trabajo? – le decía una muchacha de 17 años. Cabello enrulado, sus ojos de color oscuro, igual al negro de la oscuridad, y sus labios de un tono rojo sangre vivo. Vestida de prendas árabes oscuras. Un aura de maldad y venganza la rodeaba.
Siempre lo hago, y con los mejores resultados – contestaba acomodándose los anteojos. Una sonrisa apareció en la boca de la muchacha – Es una bruja, hay dos de ellas. Luego cuatro humanos –
¿Y el resto? -  una mueca de satisfacción ahora se encontraba.
No lo sé, justo toco el timbre y me desconcentro – contestaba apoyándose en el alambrado que había para que no haya caídas.
Ya veo. Bueno hiciste un buen trabajo después de todo –
¿Y yo para cuando? – se quejaba un chico sentado en cuclillas.
Falta poco, solo aguanta un poco mas beast – le decía la extraña muchacha mirando fijamente al chico que se encontraba hablando solo en la terraza del otro edificio.

En la terraza de enfrente.

Espera que entienda, o sea que vos te escapaste del paraíso – señalando al cielo – para venir a la tierra – señalando el piso – para poder hablar con alguien que no pertenezca al concejo – terminaba de hablar mirándola a ella. Sunny solo asintió – ojala yo tenga entrada al paraíso – ella  solo rio.
Por algo existe el acuerdo Sam – le decía con una sonrisa que dejaba al hombre lobo como un cachorrito – A todo esto ¿Cómo conoces a Kath y Ty? –
¿Conoces el conjuro ‘Apariencia de tiempo pasado’? – decía Sam
Si pero – Sunny se cayó un momento – ¡Ah! Eso lo explica todo – hablaba como si recién se enterara de algo. Sunny miro a Sam y se empezó a reír. Las caras de sorprendido y/o confundido eran las que más le gustaban – Durante unos trece o catorce años no pude hablar con ellos porque Lisandro no me dejaba pero ahora entiendo el por qué, ellos tenían ese hechizo puesto –
¿Nunca te explico? –
En realidad no. Siempre me conto de ustedes pero no como los había conocido. También de sus problemas y de los míos – contestaba Sunny mirando el cielo. “Bella” pensó Sam
¿Cómo se conocieron? – El ángel suspiro
Es una larga historia. ¿Enserio la quieres escuchar? –
Si – contesto decidido. El ángel volvió a suspirar.
Creo que fue en la década de los 50 – decía una pensativa Sunny
¡¿1950?! – pregunto sorprendido.
No seas tonto, en 1650 – contestaba ella.

Trescientos años antes.

¿Estás seguro de hacerlo? – preguntaba un ángel alto, vestido de traje blanco, cabello oscuro con ojos grises.
Si – contestaba el vampiro delante de él – es mejor convertirle en purasangre que dejarla como un vampiro corriente –
¿Por qué? – preguntaba interviniendo el ángel rubio.
Si no lo hago ahora sus poderes nunca se desarrollaran por no decir que su enfermedad traspaso la transformación de vampiro – contestaba Lisandro.
¿Cómo que traspaso? – preguntaba Sebastián.
Lo que oíste, el virus que posee no es común, no entiendo cómo es que vivió tantos años siendo humana con un cuerpo y estado como aquél. Cuando la convertí, antes de que muriera, su enfermedad desapareció o eso pensé. El otro día tuvo fiebre. Ahí me di cuenta de que su cuerpo necesita mucha fuerza para mantenerse de pie.
Ya veo – decía pensativa Sunny.

En la habitación continua se encontraba una muchacha mirando por la ventana la luna menguante. El reflejo de la noche le daba tonos azulados a su cabello enrulado. En sus ojos aun se encontraban líneas de color rojo. Aun no podía controlar del todo el color. La puerta se abrió y ella giro lentamente la cabeza para mirar a quien entraba.
Katherine ven – decía su ‘tío’ sentándose en la cama y estirando una mano para que la agarre. La mencionada camino despacio y cogió su mano, sentándose a su lado – Esto lo hago por tu bien  ¿Si? – ella no entendía mucho pero asintió. Lisandro se remango la camisa y se mordió su muñeca succionando su propia sangre. Todo bajo la mirada de Katherine. El vampiro dejo de morderse para que con la otra mano tomar la nuca de la menor y besarla. Le mordió el labio inferior para que abriera su boca. Sus lenguas se conectaron y Katherine probó su sangre. 
Amargura, tristeza, soledad, aburrimiento, son los sentimientos que ella sentía al saborear. Mientras lo besaba la tragaba.
Lisandro se separo un poco de ella, suficiente como para verle los ojos. Esos que antes eran de un color oscuro ahora poseían el rojo más vivo que el vampiro mayor allá visto en los ojos de uno de su especie. Sus bocas se encontraban rojas por la sangre y el beso. Katherine relamió muy despacio sus labios, causándole un sentimiento de lujuria a Lisandro.
Los ángeles que se encontraban en la puerta mirando aquella escena pensaron justamente lo mismo “Que no se la viole”.
Lisandro calmo sus instintos solo por el hecho de que los ángeles se encontraban allí. Volvió a mirarla a los ojos.
Kath, desde ahora sos un purasangre, lo hice para que tu enfermedad no te afecte ¿Cómo te sientes? –
Bien – contestaba ella en un hilo de voz.
Bueno, toma – Tomo su mano y en ella deposito un estuche de lentes de contacto – necesito que lo lleves puesto unos días, por lo menos hasta que hallas controlado el color de tus ojos. Abre tu boca – Katherine hizo caso y de apoco abrió su boca donde se mostraban unos filosos colmillos blancos – Bien parece que ya crecieron. ¿Sabes que los purasangres tenemos poderes no? – Ella cerro la boca y asintió – Bueno, mañana empezaremos con el tuyo ¿de acuerdo? – volvió ah asentir, pero esta vez sonrió. Él lo hizo también – Ahora que todo está bien, me voy. Me necesitan en el concejo – se dio vuelta pero antes de dar un solo paso  - ¿Qué pasa? – Katherine sujetaba su camisa manchada de sangre, con la cabeza agacha.
Tengo…sed – decía en otro hilo de voz.
Era de esperarse – se dio vuelta y se volvió a sentar - ¿Quieres tomar de mi… -
Aquí tienes –
La nueva purasangre miro sorprendida y asustada a su lado. Donde se encontraba un ángel tendiéndole un vaso de líquido rojo.
Sebastián no la asustes así – le reto. Volvió a mirarla -  Es sangre tranquila -
¿Un ángel? – pregunto Katherine sorprendida mirando esas alas con plumas blancas y algunas negras.
Digamos que si – el ángel se mostraba un poco incomodo. La vampira cogió el vaso ofrecido y empezó a tomar poco a poco. Cada sorbo era más delicioso que el anterior.
¿Te gusta? – Pregunto una voz que venía de atrás de aquel ángel de alas bicolor – Es rica ¿no? – volvió a preguntar aquella voz. Un ángel  más pequeño se asomaba a verla. Katherine aun sorprendida asintió – Me llamo Sunny, el es Sebastián ¿y vos cómo te llamas? –
Katherine – contesto despacio.
Es un gusto Katherine – le decía Sebastián
 Seamos amigas ¿sí? – le preguntaba Sunny. Ella solo sonrió y asintió.

¿Tan tímida era? – pregunto Sam
Si, era nueva en el mundo de los demonios y ángeles. Mas que siempre estaba encerrada en su casa por su enfermedad, imagínate. Apenas conocía el mundo.
Otra pregunta – dijo Sam - ¿y a Ty? ¿Cómo lo conociste? – Sam con solo pensar de que Tyler la conocía desde antes que él se ponía celoso.
Tyler que digamos fue igual de complicado, en cierta forma. Kath lo encontró en un callejón recién de haber sido mordido. Quien lo mordió fue un purasangre rebelde, de esos que no les gusta la sangre animal y prefieren la humana. Fue condenado hace años. Cuando se entero de que Kath y Lisandro eran purasangre el también quiso serlo.
Así que lo volvió un purasangre – contesto Sam
Sí, pero le costó mucho convencer a Kath – decía Sunny con una sonrisa.

Ciento cincuenta años atrás.
En la cocina de aquella casa se encontraba una vampira sirviéndose un vaso de sangre mientras otro vampiro, más chico que ella, la trataba de convencer.
Vamos, por favor –
No -
Por favor – decía el menor con un puchero en su boca.
No y eso no funciona conmigo –
Pero… - el vampiro se cayó por una risita que venía de la puerta - ¡¿Qué?! –
Vamos, es hora de tu clase de resistencia –
Pero… –
Shh, vamos– dijo Lisandro con un dedo en la boca callándolo.
Ufa – dijo Tyler antes de seguirle. Saliendo de la cocina.
¿Frustrada? – preguntaba Sunny apareciendo delante de Katherine.
En verdad no – miro a la recién llegada y tomo un sorbo de sangre para después seguir – es divertido.
¿Divertido? – pregunto confundida la visitante.
Si, con el tío aposte de que si duraba un mes insistiendo lo convertiría – volvió a tomar otro sorbo.
¿Enserio apostaron? – “Que crueles” pensaba Sunny.
Si – rio – casi ya se cumple. Así que pronto lo convertiré.
Bue, hasta ese día no podre hablarle así que apenas se cumpla el mes conviértelo, así el puede hablar conmigo ¿Si? – decía el insistente ángel.
De acuerdo – volvió a reír para después dejar el vaso e irse al patio, mientras el ángel se desvanecía otra vez.

Que molesto ¡todo un mes! Yo apenas lo aguanto a veces – decía Sam, Sunny se empezó a reír – Otra pregunta, ¿a Ty lo convirtieron de la misma manera que a Kath? –
No, a Tyler lo convirtió Kath dándole en un vaso con un poco de su sangre – contestaba seria Sunny.
Entonces ¿por qué Lisandro la convirtió de esa manera? – pregunto confundido Sam
Nunca se me había ocurrido – dijo Sunny pensando.
Tío pedófilo – dijeron los dos al unisonó. Los dos se sorprendieron y se sonrieron.








Capitulo 3
Katherine levántate, ya se está poniendo el sol – le decía Tyler a la vampira ‘durmiente’.
Ya abrí los ojos – decía ella sentándose en el borde de la cama.
Parecía que dormías – comentaba el menor riéndose.
Puede ser. Estaba recordando la noche en que Lola apareció siendo vampira – contestaba mirando hacia el piso.
¿Por qué recordaste aquello? – preguntaba un poco triste Tyler.
Nunca supimos quien fue ¿y si es la misma persona que está atacando la ciudad? – dijo mirándolo.
No lo había pensado, es muy posible. Hay que hablarlo con el tío – decía Tyler parado delante de ella.
¡Pero no sabemos quien es! – refutaba Katherine
De lo único que sé es que si es una persona debe de tener mucho poder pero si son varias personas de seguro nos ganan en número y fuerza –
Varias personas ¿eh? – una sonrisa apareció en la boca de Katherine – Creo que vamos a tener que llamar a algunos amigos para que nos ayuden –
¿Enserio los quieres llamar? – preguntaba Tyler serio y al mismo tiempo preocupado.
Si, vamos será divertido –
El sabia de que llamar a esos amigos traería un gran caos, uno que implicaba limpiar cada desastre él solo. Suspiro con solo pensar en lo que vendría.
¿Para cuándo los quieres acá? – preguntaba un vampiro claramente frustrado sobándose la sien.
Hoy a la noche – decía Katherine mirándolo preocupada. ‘¿Tan preocupado esta?’ sonrió – Tranquilo todo saldrá bien –
Tyler estaba a punto de contestarle cuando se escucho unos autos acercándose a la casa.
Son los chicos – dijo Katherine.
Si piensas en traerlos será mejor que se lo digas – suspiro – menos mal que les enseñamos a matar –
Katherine empezó a reírse a carcajadas.
Está bien se los diré en la cena. Tu llámalos – decía la vampira parándose.
¿Crees que puedan llegar tan rápido? – preguntaba el menor.
Con Michael, se llega rápido a todos lados – dijo la mayor para que Tyler sonriera.
Es verdad, ahora ¿dónde estará la agenda? – decía un vampiro dirigiéndose a su habitación.
Pero si su agenda la quemo Michael hace…Ups – dijo Katherine recordando – ¡Tyler!– grito.

En la cena
O sea ¿que en unas horas van a venir unos amigos suyos? – preguntaba Sofía.
Así es – contestaba la vampira mayor con una sonrisa.
¿Y por qué? – pregunto esta vez Mattew.
Tyler y yo hablamos y llegamos – hablaba Katherine mientras el otro vampiro la miraba. ‘¿Hablamos? ¿Llegamos?’ pensaba Tyler  -…a la conclusión de que si la persona que está matando a todos es muy poderosa, necesitaríamos a más gente –
Entiendo, ¿entonces cuantos vampiros serán? – dijo Keitlyn.
¿Vampiros? ojala lo sean, sería más fácil – dijo Tyler apoyando su cabeza en la mesa.
¿Son hombres lobo? – pregunto Thomas
Algo peor – contestaba el vampiro.
Son… - Katherine miro hacia la ventana. Una sonrisa salió de su boca – llegaron – termino de decir para salir corriendo hacia afuera.
Mi pesadilla comenzó – decía Tyler con la cabeza todavía apoyada en la mesa. El resto no entendía nada, sin embargo siguieron a la vampira. Luego de pensar algunas maldiciones y soltar un largo suspiro, Tyler los siguió.
En el patio, se encontraban las diez personas que vivían en aquella casa. Como era casi todo descampado, excepto por los arboles que habían plantado alrededor del terreno, se podía escuchar unas alas a unos cuantos metros del lugar.
¿Qué es ese sonido? – pregunto Sam ‘Serán ángeles, pero si fuera así ¿por qué dijo eso Ty?’ pensó el hombre lobo mirando a su amigo parado al lado de Katherine. ‘Parece que no tiene expresión alguna’. Sam volvió a mirar adelante.
Era de noche, y algunas que otras nubes se encontraban en el cielo. De pronto una persona con alas parecía ir hacia ellos en picada. Seguido por algo más grande atrás de el con alas también.
¡¿Y eso que es?! – pregunto sorprendido y asustado Mattew.
Ocho personas de las que estaban ahí se tuvieron que tapar los ojos por la tierra que se volaba, mientras aquellos amigos descendían del cielo. Los otros dos eran los vampiros. Uno preocupado y el otro sonriendo.
Todos quitaron sus brazos de sus ojos y  pudieron ver claramente lo que se encontraba enfrente de ellos.
¡¿Un dragón?! – grito Keitlyn.
El mencionado los miro. Era un dragón grande de escamas doradas, algunas más oscuras que otras, y negras. Púas en fila se encontraban desde su espalda hacia la punta de su cola. Garras fuertes y gruesas parecían sus dedos. Sus orejas eran puntiagudas y su mirada era penetrante.
Todos se le quedaron mirando hasta que otra persona descendió del cielo. Esta vez una mujer con alas en forma de murciélago en su espalda, pelo largo de color violeta. No tenía dedos sino unas púas color negro en su lugar. Muy filosas al parecer. Vestía shorts negros de tiras con una camisa violeta con pequeñas líneas en vertical negras. Poseía pechos grandes. Sus ojos también eran violetas con un tono leve de color en sus labios.  Su mirada se dirigió hacia atrás para mirar a aquel dragón.
A la próxima espérame ¿quieres? – Decía la mujer al dragón. Mirando devuelta al frente – Hola chicos – les sonrió.
Hola Evangelina – decía Katherine. Tyler solo le sonrió ocultándose un poco atrás de la vampira que estaba a su lado. La mujer solo sonrió.
¡¿Y?! ¿Piensas estar así todo el tiempo o volverás a tu forma normal? – grito Evangelina. Mientras ella ocultaba sus alas, y sus púas en las manos desaparecían para dejar ver unos dedos con las uñas pintadas de negro y violeta.
El dragón solo bufo. Poco a poco su cuerpo fue transformándose en la de un muchacho de aparentemente quince años, uno muy apuesto para los ojos de Emily.
‘Rubio, ojos ¿dorados? Bueno no importa, cuerpo esculpido, es mi tipo de todos modos’ – pensó Emily mirándolo. Se acercaba y no precisamente caminando y hacia ella.
¡Tyler! – grito el ex dragón corriendo hacia él. El vampiro solo salió corriendo – ¡Ah no! hoy no te escapas de mi – dijo para sacar sus alas de tonos dorados y perseguirlo.
¿Que todo iba a estar bien? ¡Ayúdame Katherine! – grito Tyler dando 5 vueltas a toda la casa mientras era perseguido por el “humano” de alas.
¡Michael deja a Tyler tranquilo! – gritaron la vampira y Evangelina al unisonó.
Pero…pero… - decía el muchacho parándose poniendo un puchero. El vampiro que seguía corriendo no lo vio y se tropezó con el haciendo que los dos se cayeran al piso.
¡Ty! te extrañe – decía Michael abrazándolo, mejor dicho aplastándolo. Tyler que no necesita respirar no se asfixiaba pero si le molestaba que invadan su espacio personal. 
Suéltame – le decía Tyler, cosa que el otro no escuchaba.
Ya Mi déjalo – le decía una vampira esperando de a que lo dejara, cosa de que no logro.
¡No quiero! – le respondió Michael, aplastando más al pobre vampiro, haciendo un puchero. Katherine y Evangelina suspiraron.
Sam aclaro la garganta, los estaban dejando de lado. La mayor se dio cuenta de esto y los miro.
Perdón – rio avergonzada – ellos son Evangelina – señalando a la mujer a su lado – y el Michael – señalando al muchacho que sonreía como si fuera la persona más feliz del mundo. 
¿Por qué lo trata así? – decía Keitlyn señalándolos.
 Las dos mujeres que los conocían contestaron al unisonó - Larga historia –
¿Qué sos vos? – Pregunto Thomas mirándola – El es un dragón ¿y vos? –
¡Espera! – Le paraba Katherine -  antes de que te conteste quiero preguntarle algo ¿Y Niroh? ¿Dónde está? – pregunto preocupada.
Ahora que lo dices – decía mirando a todos lados – tuvo que haber estado aquí antes que nosotros –
¿Qué le… - estaba por preguntar Katherine cuando fue interrumpida.
¿Hueles eso? – dijo Thomas
Si – contesto Sam mirando al fondo del terreno.
¿Son hombres lobo no? – pregunto Evangelina mirándolos.
Si y ellas son brujas – contesto señalando a las chicas que se encontraban enfrente de ellas – y aquellos cuatro, con la cara de ‘no entiendo nada’ son humanos, tene cuidado con ellos – le contestaba.
Ni que hiciéramos daño – les decía Mattew bromeando.
No es por ella por quien me preocupo – les dijo Katherine.
¿Por qué lo… - otra vez alguien fue interrumpido por Thomas, quien se transformo en lobo al igual que Sam - ¿Qué pasa?  - Los lobos que antes estaban quietos ahora se dirigían hacia el pequeño bosque que se encontraba al final del terreno - ¿Qué paso? –
No sé, a menos que… - decía Evangelina.
Niroh esta cazando – contesto Tyler quien caminaba hacia el grupo con Michael colgado de el por el cuello.
Era de esperarse – dijo Katherine para después suspirar – Van a estar un buen rato tratando de atraparlo  -
Si – contestaba la mujer de violeta y negro.
¿Quieren café? – pregunto Tyler.
¡Yo quiero té de manzanilla! – grito Michael.
Yo quiero lo mismo – dijo Evangelina.
Yo si quiero – contesto Emily
Nosotras también queremos – dijo Victoria.
Yo quiero alcohol – dijo Keitlyn con un puchero.
 Tonta, yo si quiero Ty – contesto Mattew.                                                                
Ok, cinco tazas de café, dos tazas de té de manzanilla y dos vasos de sangre – hablo el prisionero de Michael.
Hazles algún batido a los chicos que van a venir con sed, luego de la carrera -  le dijo Katherine.
¿Por qué dicen que están en una carrera? – pregunto Emily.
Se darán cuenta cuando miren a Niroh y sepan que es, es más ágil que su propio animal – contesto la vampira con gesto de estar pensando.
Y más fuerte – término diciendo Evangelina para entrar a la casa. Todos las siguieron, algunos fueron al living y otros se fueron hacia la cocina, precisamente los que no eran humanos. Al entrar Tyler, con Michael en su cuello todavía, puso el agua y coloco las tazas en la mesada, con su plato y cuchara individual.
¿Tú eres un súcubo no? – le pregunto Sofía a Evangelina.
Tienes buen ojo – dijo ella acercándosele seductoramente – preciosura – le contesto tomando su mentón y poniendo su rostro muy cerca al de ella. Las mejillas de la pequeña bruja inmediatamente se pusieron rojas. Katherine tuvo que intervenir.
Sabes que con los que están aquí no – le dijo.
Lo sé pero se ve muy apetitosa – dijo relamiéndose los labios muy lentamente mientras la miraba.
¿Hace cuanto no juegas con alguien? – pregunto.
Hace un día – dijo pensativa.
Eso explica – contesto la vampira.
Los súcubos seducen a los hombres no más ¿no? – pregunto Victoria.
Supuestamente, pero hay veces que las chicas se ven más ricas que ellos – contesto Evangelina la mas naturalmente.
Ya veo – contesto Sofía ‘Tengo que tener cuidado’ pensó también.
Mañana veré quien está suficientemente rico como para comerlo – dijo Evangelina.
Si claro. Tu mañana te vas directo a la casa de mi tío – le dijo Katherine.
¿Por qué? – pregunto
Porque si vos te vas a la ciudad, es lo mismo que la nada, tendríamos muertes igual – le contesto Katherine.
Está bien – dijo el Súcubo apoyándose en la mesada – de todos modos Lisandro siempre tiene buenas almas guardadas.
¿Cómo que almas guardadas? – pregunto Mattew entrando a la cocina.
¿Desde cuándo estás ahí? – pregunto Tyler.
Recién  - contesto – ¿me van a contestar la pregunta? –
Te la contestare cuando estemos todos – dijo el vampiro menor sirviendo agua en las tazas de té.
De acuerdo, ¿Están listo ya? – pregunto Mattew  mirando la bandeja con tazas.
Si ya está. Ahora lo llevamos para allá – dijo Tyler
Ok – termino diciendo Mattew con una sonrisa, saliendo de la cocina.
¿Por qué te sonrió así? – le pregunto Michael al pequeño vampiro.
Porque es mi amigo, solo por eso – le decía Tyler asustado.
Porque será que no te creo – dijo Michael acercándole la cara. Tyler trago saliva.
Déjalo Mi – intervino Evangelina.
Es verdad Mi, déjalo. Si total dormirá con vos en la noche – le dijo con una sonrisa Katherine.
¡¿Qué?! – grito el vampiro menor.
Qué bien, Gracias Kath – le agradeció Michael  - voy a dormir con Ty, voy a dormir con Ty – cantaba el dragoncito.
¿Son así siempre? – pregunto Sofía en un susurro.
Aunque no lo creas si y a veces son peores – contesto Katherine.
En fin, llevemos las tazas – dijo Tyler forzando una sonrisa a las chicas. Ellas solo rieron.
Vamos – dijo victoria cogiendo la bandeja.
Todos la siguieron hacia el living, donde estaba Emily sentada al lado de Keitlyn en un sillón con Mattew y Colín a su lado. En cada sillón entraban cinco o seis personas. Eran cuatro sillones con en el medio una mesita de café de cristal, donde dejaron ahí la bandeja.
¿Porque son los sillones tan largos? – pregunto Michael
Porque Sam y Thomas son de acostarse  - dijo Emily tomando su taza de café.
Todos se rieron y tomaron sus tazas de cafés, tés de manzanilla y vasos de sangre. Entre conversaciones y explicaciones de lo que es un súcubo, salió la pregunta que tanto Tyler quería evitar.
¿Y por qué Michael te trata así? – pregunto Mattew.
Tyler al escucharlo casi se atraganta, en cambio, Michael sonrió.
No lo hagas hablar por favor  - pidió Evangelina – todo el día escuche esa historia –
Pero si es muy bonita – decía Michael – bueno, todo empezó cuando… -
No la digas por favor – pidió Tyler.

Setenta años atrás. En el despacho de Lisandro.
Si pero no tendrías que… - decía Katherine pero siendo interrumpida por el toque de la puerta.
Pase – decía Lisandro.
Disculpe señor pero hay algo que necesito que vea – decía un muchacho vampiro
¿Qué necesita que vea? – dijo Lisandro parándose y dirigiéndose hacia el chico. El pasó a su lado y le dijo algo al oído. Tyler y Katherine pudieron notar la impresión que tenía su tío en la cara - ¿Enserió me lo está diciendo? –
No le mentiría señor – le contestaba el  vampiro.
Hazlo pasar – decía Lisandro sentándose de nuevo.
¿Qué paso? – pregunto Tyler cuando de pronto la puerta se volvió abrir. Un niño de unos 9 años entraba acompañado del vampiro reciente.
‘Sus ojos dorados claramente lo delata.’ Pensó Lisandro mientras lo miraba. Tyler observaba a ese pequeño niño que entro, le llamaba la atención que nunca lo haya visto y que conociera el concejo.
El pequeño vestía un traje blanco con corbata dorada amarillenta. Su rubio cabello no se encontraba peinado, su piel era tostada y sus ojos dorados combinaban con todo lo que el vestía y tenia. ‘Es un niño apuesto’ pensó Tyler. Pero volvió a la realidad cuando vio que el niño le sonreía. Una sonrisa hermosa que mostraba sus dientes perlados y dejaba atónito al vampiro.
¿Cómo te llamas? – le pregunto Lisandro. El niño le miro.
Michael – le dijo.
Contéstame algunas preguntas. ¿De qué región vienes, qué clase de dragón eres y porque estás aquí? – le pregunto Lisandro.
Tyler miro a su tío y luego volvió a mirar al niño. ‘¿Un dragón?’ – pensó.
Soy de la región norte, de las montañas más altas – contestaba – Soy un dragón de eclipse solar  y vine aquí porque…  - la mirada de Michael se torno triste – porque… en la aldea donde yo vivía – la voz del pequeño niño se quebró. Tyler lo pudo notar y fue directo a él para abrazarlo. El niño se sorprendió pero luego se acurruco más en el pecho del vampiro. Lagrimas salían de los ojos del dragoncito, el se las secaba una a una mientras lo veía a la cara.
Tío no te preocupes no tiene malas intenciones, luego te cuento que le paso – decía Tyler mirando a su tío con Michael en sus brazos – ahora que te parece si vamos a mi casa y te quedas a dormir allí, luego hablaremos todos juntos de nuevo ¿sí? – Le reconfortaba al pequeño con una sonrisa, el menor solo le sonrió y volvió a dejar atónito al mayor – bueno, entonces nos vamos nosotros tío. ¿Kath vos te quedas? – le preguntaba a la vampira mayor mientras alzaba al niño en sus brazos.
Sí, yo me quedare unas horas más, ve tranquilo – le sonreía Katherine.
Mañana vengan de vuelta – ‘Quiero mi explicación Tyler’ le dijo Lisandro, al principio con la voz y después con la mente. Su sobrino solo asintió y salió del despacho.
En su casa.
Bueno espero que te guste el lugar –  decía Tyler bajando al niño – ¿tenéis hambre? – el pequeño solo asintió. El vampiro sonrió – De acuerdo, entonces iré a la cocina ¿Qué quieres que te haga?
Quiero – dijo pensando – curry –
¿Curry? – Tyler rio – está bien  y ¿de postre? –
El niño volvió a pensar un rato y le contesto – Soufflé de chocolate con helado –
Ah bueno, me tardare un poco pero si quieres podes ver la televisión o jugar con la PlayStation – El niño solo le sonrió. Tyler se dirijio hacia la cocina a preparar lo pedido.

Que linda historia – decía Keitlyn.
No sabía que eras tan tierno, vampiro – decía Colín bromeando. Todos rieron, al único que no le fue gracioso era a Tyler.
Hay algo que sigo sin entender. ¿Por qué tenias comida humana en la cocina? – pregunto Mattew.
Porque en esa época a Ty le encantaba cocinar, y su comida se la vendía a un restaurante que atendía a humanos – contestaba Michael –  hubo veces en que entro a concursos y gano –
¿Enserió sos tan bueno en la cocina? – pregunto Keitlyn.
¿Nunca cocino para ustedes? – pregunto Michael.
No, jamás. Siempre cocino yo – contesto la humana enojada.
Ustedes nunca me lo pidieron – dijo Tyler en su defensa.
¡Qué bien! Ty solo me cocino a mí y no a ustedes – decía el muchacho sonriendo y sacándole la lengua al resto.
Encima cocina como un chef profesional – decía Katherine y Evangelina asintió.
¡Malo! Eso no vale, mañana cocinas vos – le decía Keitlyn.
No, el me cocina a mi no mas – decía con los cachetes inflados Michael.
Pero… eso no vale, ¡Tyler! – se quejaba Keitlyn. El resto solo reía.
Lo siento Keith pero yo solo le cocino a mi dragoncito – decía Tyler forzando una sonrisa.
¿A Mi dragoncito? – dijo Katherine haciendo énfasis en la palabra ‘Mi’. Tyler al escucharla abrió muy grandes los ojos. Michael solo sonrio y lo abrazo más fuerte.
¡Este es el mejor día! Dijo que era su dragoncito – decía Michael en casi un grito. El vampiro prisionero solo pudo corresponder el abrazo.
En ese momento, unos ruidos se pudieron escuchar en el patio. Todos miraron hacia la puerta-ventana.
Creo que ya terminaron su carrera – decía Evangelina.
Todos se pararon y se dirigieron hacia el patio. En el estaban Thomas y Sam, en sus formas humanas, persiguiendo a un niño.
Ese es ¿un niño? – pregunto Emily.
Si – dijo Evangelina – un niño que al parecer aun no lograron alcanzar –
El niño estaba a punto de ser acorralado por Sam y Thomas hasta que…
¡Kath! – grito el niño para saltar sobre Sam con sus manos y correr hacia ella. La vampira solo camino unos pasos más adelante.
¡Kath, Kath! – grito Niroh para luego saltar y abrazar a la mencionada.
Hola pequeño – le decía sonriendo.
Hola – grito el menor.
¿Cómo…como fue hasta tus brazos? – pregunto Sam llegando hasta ellos exhausto, le faltaba aire.
Porque a ella si la quiero, no como a ustedes lobos – les dijo el pequeño sacándole la lengua.
Bueno de eso nos dimos cuenta – dijo Thomas llegando y con la cara rasguñada.
¿Qué te paso? – pregunto Emily yendo hacia donde estaba el.
Cuando estaba durmiendo lo quise agarrar pero me rasguño y salió corriendo – contesto Thomas, mientras Emily le miraba la cara.
Niroh, cuéntame lo que paso – le dijo Katherine al pequeño en sus brazos.
Está bien pero tengo sed – dijo el menor con un pucherito en su boca.
¿Ty hiciste el batido que te pedí para ellos? – pregunto la vampira mirando al prisionero de Michael.
Si, aquí lo traigo. Toma Niroh y hola – dijo Tyler dándole el vaso con un batido de banana.
Hola Ty, hola Mi. Gracias – dijo para después tomarse todo lo que había en el vaso – ¡Termine! – dijo mientras le daba el vaso de nuevo a Tyler.
Niroh me cuentas – le dijo la vampira mirándolo suplicante. El niño solo asintió.
Yo estaba comiendo tranquilamente una vaca… – decía el mencionado mientras algunos lo veían calmadamente, otros con cara de asco y los hombres lobos enojados - … cuando me llene y me fui a dormir debajo de un árbol cercano, antes de venir para acá. Pero justo cuando me estaba durmiendo sentí como si alguien me asechaba, así que abrí los ojos, y lo único que vi fue un gran lobo blanco gruñéndome. Así que lo rasguñe y salí corriendo. Esos lobos malos – decía apuntándoles con el dedo – me quisieron atrapar y parecía que hasta matar. Pero yo y mi gran inteligencia – explicaba poniendo una pose orgullosa – me las arregle para escaparme de ellos y correr hacia acá pero con lo que no contaban era que me los encontraría en el camino y me volvieran a correr –
¿Así que lo único que hiciste fue correr de ellos en vez de pegarle y darles su merecido? – le preguntaba Evangelina. El niño asintió.
¿Pegarnos y darnos una lección? Por favor nosotros somos más fuertes que este pequeñín – decía Sam
Katherine miro a Niroh, ellos dos miraron a Michael y Tyler y ellos cuatro miraron a Evangelina. Entre los cinco sonrieron. A Mattew y Colín les dieron miedo las sonrisas de ellos. A Emily, Keitlyn y Victoria les dieron curiosidad y a Sofía preocupación.
Está bien, Niroh pruébales que tan fuerte eres – decía Katherine bajando al pequeño – pone tu cara enfrente de Niroh, Sam –
Sam tan tranquilo se acerco a él y lo hizo. El pequeño le sonrió pero antes de poder hacer algo Katherine se le acerco y le dijo algo en el oído. ‘No lo tires tan lejos, ni lo mates’. El niño solo asintió y la vampira se alejo.
Y lo ¿harás? – dijo Sam. El niño se puso delante de él y le sonrió. El hombre lobo le sonrió de manera orgullosa. Pero su sonrisa se le borro cuando el niño le pego en su cabeza y el salió volando hacia atrás, chocando y rompiendo los arboles donde él se estrellaba.
Todos se quedaron sorprendidos por su fuerza, exceptuando a los que anteriormente habían sonreído entre ellos.
¡Cómo has aumentado tu fuerza Niroh! Felicitaciones – le alagaba Katherine mientras miraba por donde Sam había salido volando.
Gracias Kath – sonrió el pequeño.
¿Sigue volando? – dijo Michael acercándose con Tyler.
Si – dijeron los vampiros al unisonó – y ya está viniendo de vuelta – los dos se miraron. Cada uno trago saliva mas sonoramente que el otro, y volvieron a mirar hacia delante - ¡Y muy enojado! –
Cada uno de los humanos se fue metiendo detrás de Sofía y Victoria. Las brujas se miraron entre si y suspiraron para luego mirar hacia el frente y que apareciera un muro medio transparente de color gris oscuro.
Evangelina, quien miro el acto de los chicos, hiso aparecer sus alas y volar hacia uno de los balcones del primer piso. Michael escondió a Tyler atrás de él y Katherine retrocedió un poco con Niroh en sus brazos. Thomas que suspiraba a cada rato, se transformo en lobo y se puso en defensa del niño.
Mientras más esperaban la llegada del lobo enojado, mas se sentía la tensión de miedo y preocupación hacia el pequeño niño que claramente no era human-o.
En un momento pudieron ver la sombra de un lobo corriendo hacia ellos. Mas rápido que de costumbre.
Cuando los humanos lo llegaron a notar, el gran lobo negro ya se encontraba mirando al otro gran lobo blanco mientras mostraba sus dientes y gruñía.
La mayoría sabía que si molestaban el orgullo o el ego de Sam, estaría en un gran problema. Y más aun cuando se los ganaba en los dos.
Cálmate Sam – le decía Tyler pero el lobo negro solo lo miro desafiante y gruñéndole. Y para acto de defensa, Michael saco su ala derecha, ocultando a Tyler detrás de ella.
La mirada del lobo se volvió hacia la de Thomas quien se volvió a transformar en humano, seguido por Sam luego de un rato.
Todos miraron a Sam y esperaron hasta que se calme para sacar sus defensas. Michael volvió a ocultar su ala y las brujas bajaron el muro. Evangelina seguía en el balcón.
¿Qué eres? Ni ellos, – señalando a Tyler y Katherine – que son una de las especies más poderosas al igual que los licántropos, pueden hacerme volar de esa manera – decía Sam tratando de calmarse.
¡Hey! Que no queramos hacerte daño es distinto a que no podamos hacerte volar de esa manera – le gritaba Tyler
No nos subestimes Sam – le dijo Katherine que se sintió ofendida por lo recién dicho.
Sam solo los miro y volvió su mirada hacia el niño - ¡¿Y?! ¡Contéstame! – le grito.
Soy un niño jaguar – le contesto Niroh. Todos los que no sabían que era, se le quedaron mirando sorprendidos – pero aun no puedo transformarme del todo, por eso permanezco como un simple niño –
Niroh solo puede transformar sus manos en garras, hacer aparecer sus orejas y su cola. Nada más. Después lo que implica cazar o correr, por ejemplo, si puede – le decía Katherine al lobo sorprendido.
Muéstrame – le dijo al pequeño, el ex lobo.
El niño hizo un paso delante de él y cerro sus ojos. Parecía que hacia fuerza en ellos. De pronto le aparecieron unas orejas de color negro, parecidas a las de un gato, una cola moteada de manchas negras y unas garras en sus manos también moteadas semejantes a la de un gato. El niño abrió sus ojos y eran parecidos a los ojos de un gato en la noche. De pupilas grandes. Eran de color verde oscuro y mientras la mirada de Sam se encontraba en sus ojos. El mitad jaguar movió sus orejitas. Haciendo que a todos le diera ternura. Exceptuando al hombre lobo que solo resoplo y se cruzo de brazos.
Te creo – decía Sam mirando hacia otro lado.




 









Capitulo 4
Estos dos últimos días han sido un infierno para mí. Siempre problemas para el vampiro menor.
Primero, Michael nunca me deja tranquilo. Ni cuando él se duerme me puedo separar. Siempre me tiene encerrado en sus alas. Y cuando necesito tomarme un baño lo tengo que encerrar en algún lado. Lo malo es que sale siempre, quemando la perilla.
Y ese solo es un problema.
El segundo problema y el más escandaloso para toda la casa. Es Niroh. Siempre se pelea con Sam o Thomas. Por cualquier cosa, siempre compiten. Entre ellos, se retan en carreras por el bosque y siempre gana el pequeño. Por lo que Sam siempre viene enojado. Cosa de que a nadie nos gusta. Thomas en cambio, empezó a entrenar más y ya ah considero a Niroh como su hermanito pequeño.
El tercer problema es Evangelina, esa mujer se la pasaba trayendo hombres a la casa. Todo con la excusa de que ‘Son solo mis o nuestros esclavos temporales’. Y al parecer lo son porque no solo ella los usa a los pobres hombres. Victoria y Sofía se divertían creando conjuros y usándolos de ratas de laboratorio.
Y para decorar la torta de problemas, una cereza.
Siempre tengo que hacer la cena para todos por que Keitlyn ya no quiere cocinar mas. Se siente ofendida y Michael siempre se enoja conmigo por qué le cocino a todos. Aunque luego me perdona.
Todos mis problemas se están acumulando poco a poco y hubiese explotado hace rato de no ser porque Michael que me calma - Irónico, él es uno de los problemas y es el que me consuela –
¿Dijiste algo? - Me pregunta Michael.
¿Eh? No nada – no me di cuenta que hable en vez de pensar.
Me encuentro en la cocina terminando de cocinar la carne para todos. Me ah costado tiempo ya que cada uno lo prefiere de distinta manera. Michael, quien está a mi lado haciendo la ensalada, prefiere la carne picante. Los lobos y el jaguar que se encuentran peleando en el living lo prefieren casi crudo. Las mujeres de la casa, exceptuando Katherine y Evangelina, no les gustan la carne picante sino un poco salada. Y a los chicos les gusta muy salada. 
Evangelina, Katherine y yo no podemos alimentarnos de la comida humana. Si podríamos fingir  comerla y que nos guste pero no nos llena.
El tío  le ah dado a Eva varias cajas pequeñas, donde en cada una hay un alma. Ella solo se alimenta de las almas de los hombres, a veces mujeres, y/o de su energía vital.
¿Terminaste de hacer la ensalada? – le pregunte a Mi. El me sonrió y asintió. Aunque sea muy insoportable y aunque me haya quemado mi agenda, con todos los contactos que siempre me han servido, por celos lo quiero igual. Es como mi hermanito pequeño. Bueno exceptuando algunas veces en que la lujuria me toma y él es el más cercano a mí en ese momento. Mejor pienso en otra cosa – ¿Podrías pedirles algunas de las chicas que ponga la mesa? –
Si – dijo y salió de la cocina. De seguro se lo pide a Em o Sofí que son muy tiernas con él. Aunque Emily a veces se pasa.
Luego de un rato de gritar por toda la casa eh incluso al bosque, porque aquellos lobos y el jaguarcito se fueron a correr de vuelta, todos nos sentamos en la gran mesa a comer.
La mesa es rectangular, así que en las puntas se sientan Kath y Mattew. Yo me sentaba en donde esta Matt ahora. Pero Michael me pidió que estemos sentados juntos al lado del otro y no uno en una punta y el otro en la otra. Así que no me quedo de otra que aceptar.
 La estamos pasando bastante bien. Sofía nos conto que le gusta un chico. Lo conoció esta semana y al parecer él la invitara al baile de egresados. Se rumorea que sí. Ella está muy contenta y siento que Katherine también. Ya que Sofí era muy reservada antes, cosa que a Kath ponía triste. Pero cuando Em, Matt, Colín y Keith supieron que éramos, ella empezó a sentirse más libre con todos. Ahora nos cuenta lo que le pasa. Y no le rogamos que nos lo diga.
Emily y Keitlyn también nos contaron que conocieron a un chico medio bestia, más que Sam así que eso es decir mucho. Dijeron que era rubio y siempre iba a la escuela con una musculosa blanca y pantalones militares. Pero lo que me llamo la atención es que dijeron que nunca lo habían visto antes en la escuela. Lo que es raro ya que Emily pertenece al concejo estudiantil y Keitlyn tiene talleres en la tarde así que tampoco a esa hora lo ah visto. Aunque ellas no se preocupan mucho porque supuestamente la escuela es grande, se saben cuidar de chicos así, tienen una muy parecido en casa, y  más cosas que no quise escuchar.
Todos reíamos, la verdad que era una cena bastante divertida. Bromas, anécdotas, explicaciones del TyMi, la combinación de mi nombre con la de Michael. Al parecer parecemos una pareja, cosa que a Mi le hizo sonrojarse y estar encantado con la idea, en cambio a mi me dejo cansado. Yo sé lo que me espera después de esto de Michael. Situación en la que no me podre escapar fácilmente. Todo parecía en paz hasta que…
¿Kath estas bien? – todos estamos preocupados, de un momento a otro dejo de sonreír y se le resbalo el vaso de su mano. Además tiene cara de haber visto algo horrible. Pareciera que me quiere decir algo pero yo no… - Ah! – grite. ¿Y este dolor de donde viene? Me duele mucho la cabeza – Ah – volví a gritar, veo que todos se están preocupando, me duele mucho la cabeza, es un ¿sentimiento? ¿Pero de qué? Es muy fuerte.  Tan fuerte que me estoy agarrando la cabeza con desesperación.
¡Ty, Ty! ¿Qué te pasa? – me pregunta Michael desesperado.
No s… - le estaba contestando cuando siento que me desvanezco y todo se vuelve negro. Escucho al resto gritar y entre uno de esos gritos no solo escuche mi nombre, si no el de Kath tan bien. Espero que este bien. No me puedo mover. Qué raro.

 Media hora después.
¿Cómo están? – preguntaba una preocupada pelirroja.
No son humanos Em – le decía Colín que trataba de reconfortarla.
Doce ‘personas’ se encontraban en el living. Uno de ellos muy preocupado por sus sobrinos.
Gracias por haberme llamado pero los acabo de revisar y aun no entiendo que les pudo haber ocurrido – dijo Lisandro – por lo menos no a Tyler – decía lo último en un susurro.
Evangelina conocía muy bien a Lisandro, llevaban una historia detrás de cada secreto que tenían y eran muchos. Ella sabía que Lisandro les ocultaba algo.
No entiendo que les pudo haber pasado - decía Lisandro pensando un poco – a menos que… - dijo dándose cuenta de algo que no había considerado - ‘Si es en verdad eso es lo que le ocurre a Kath. Pero ¿y Ty? Sera mejor que se muden conmigo. No los pude proteger en ese momento. ¿Cómo es que terminaron así?’ - pensaba Lisandro – ¡Maldición! – dijo pegándole una puñetazo a la pared. Haciendo que esta se rompa y quede un gran agujero. Lisandro se dio cuenta de lo que hizo y bajo su brazo. Miro a su alrededor. Todos lo miraban sorprendidos y asustados. El vampiro no podía descifrar si su mirada era de miedo a él o miedo a lo que hubiese pensado que les ocurría a sus amigos.
Tú y yo necesitamos hablar – le dijo Evangelina muy seria. Lisandro asintió y se fueron al cuarto de Katherine, habitación donde se encontraban los vampiros inconscientes - ¿Qué fue todo eso? – le pregunto apenas cerró la puerta – Dime ya mismo que les ocurre a ellos – le dijo enojada señalando a los vampiros acostados en la cama.
No estoy seguro pero… - Lisandro dudo en contarle todo pero lo hizo.
Paso una hora luego de contarle todo lo que le pasaba a Katherine, de su enfermedad y del por qué la convirtió. Cuando pensó en pasar al tema de Tyler ella hablo.
¿Pero aunque ella sea un purasangre y te dijera que le ocurriese todo eso, nunca supiste cual es su don? Tal vez sea el causante –
No nunca me lo dijo y estoy muy seguro que no me lo quiere decir – le dijo Lisandro mirando a su sobrina.
¿Pero Tyler nunca pudo ver cuál era su poder? – le pregunto insistiendo sobre el tema de saber del misterioso don de Katherine
Si pudo. Pero no me quieren decir. Tyler confía mucho en Katherine y viceversa. Sé que Tyler nunca romperá la promesa que le hizo de nunca hablar de su don – decía Lisandro un poco triste.
¿Ni en estos momentos? – pregunto Evangelina triste.
Ni en los peores momentos – dijo Lisandro con cierta melancolía en sus palabras.
Esperemos que estén bien entonces – termino diciendo Evangelina para luego poner una mano en el hombro de Lisandro y juntos irse de la habitación.

Entre algunos árboles cercanos a la casa.
¿Nos podemos ir ya?  - insistía por quinta vez el rubio sentado en cuclillas.
Sí, mi trabajo ya está hecho. Ahora solo necesito que Bruno haga el resto – dijo la muchacha de aura negra mientras miraba al chico de anteojos de marcos negros.
Lo hare sin falta – dijo Bruno sonriendo maliciosamente. La muchacha le correspondió la sonrisa.


Al día siguiente en el campus de la escuela.
¡Bruno! – gritaba Sofía mientras llegaba a su encuentro.
Hola Sofí – el muchacho rio – respira.
Si eso intento  - decía Sofía mientras inhalaba y exhalaba muy rápido.
¿Cómo andas? – le pregunto Bruno sonriéndole.
Mal, unos amigos se desmayaron anoche y aun no se despiertan – dijo Sofía triste.
Que mal, espero que se recuperen pronto – le decía Bruno – Si hay algo en lo que pueda ayudar dímelo ¿sí? – le volvió a sonreír mirándola a los ojos.
Si, ahora que lo pienso ¿Tienes idea del por qué una persona frunce el ceño cuando esta desmayado o en coma? – le pregunto Sofía. El muchacho se quedo pensando un momento mientras empezaba a caminar hacia ese gran árbol donde todas las mañanas desayunaba. Sofía tenía la costumbre de seguirle.
Creo que puede ser por un mal sueño o una pesadilla, con algo relajante creo que se le iría – le dijo Bruno sentándose debajo del árbol.
Ya veo. Pero no se que puede llegar a ser relajante para ellos - ‘Mis sahumerios son para atraer a los espíritus no para relajación’ –  decía y al mismo tiempo pensaba Sofía.
Mi tía hace sahumerios, dicen que son muy relajantes –
Sofía se sorprendió, por un momento creyó que Bruno le había leído la mente
 Te puedo traer algunos si quieres – le pregunto mientras sacaba su sándwich del envoltorio -  pero dime de qué tipo de olor, hay de distintas flores y arboles. También hay de frutas – decía llevándose el sándwich a la boca.
Muchas Gracias, y a Katherine siempre le ah gustado los jazmines y a Tyler el olor que desprende el cedro. Así que si no es mucha molestia  - decía Sofía pero fue interrumpida por su compañero.
Te traigo de jazmín y de cedro. Está bien. No hay problema. No tengo clases la próxima hora así que iré a la tienda de mi tía y se los pediré. Así después vuelvo y te los doy para el mediodía ¿Dale? – le hablo esperando que diga que sí. ‘Así el plan ira mucho mas rápido’ pensó Bruno.
Si, por favor. Y Bruno – dijo media sonrojada Sofía.
¿Nph? –  decía Bruno masticando.
Muchas gracias – le agradeció para después darle un beso en el cachete. Haciendo que ella se sonroje más y un leve sonrojo apareciera en las mejillas del más alto.
‘¿Qué me pasa? ¿Por qué me sonrojo?’ pensaba Bruno mirándola sorprendido.
¡Eh! – Dijo Sofía cambiando de tema rápidamente – yo me voy, me olvide que tenía que pasar por el salón de música. Adiós Bruno – decía mientras se ponía su mochila y se paraba. Pero no pudo dar un paso por que el muchacho la agarro.
Adiós – dijo el sonriéndole – nos vemos en el mediodía ¿Si? – le pedía mientras ponía una cara de ternura que Sofía no se resistía.
Ella a falta del habla solo asintió. El recién ahí la soltó. Sofía camino despacio hacía atrás pero después empezó a correr a toda prisa por el campus para llegar al edificio.
¿Qué…que fue lo de recién? – se pregunto Bruno cuando dejo de ver a Sofía.
Fue tu corazón, pequeño insecto – decía una voz grave que salía de al lado del árbol.
¡Víctor! casi me matas de un susto ¡Maldita criatura chupasangre! – se quejaba Bruno al hombre que tenía a su lado.
¡Deja de llamarme de esa manera, Maldito come libros! – le grito el hombre de unos treinta años.
Serás maldito, chupasangre. ¡Déjame en paz! – le grito Bruno para después levantarse e irse.
Ojo con irte del lado de los buenos, niñato ¡Eh! – Le grito Víctor viendo como se alejaba – Pequeño malcriado – se dijo en un susurro para luego reírse – Pero de que me quejo, yo era igual – se decía mientras cruzaba sus brazos por detrás de la cabeza, apoyándose en ellas.

Luego de horas de permanecer en la escuela. Los chicos por fin pudieron salir. Uno más preocupado que otro por los vampiros.
Sofía, luego de esperar a Bruno un rato, pudo tener en sus manos los sahumerios de jazmín y cedro. Bruno le indico que los encienda y los ponga al lado de cada amigo correspondiente.
Al llegar a la casa, Evangelina les había preparado el almuerzo y Niroh se encontraba durmiendo al lado de Katherine, esperando a que despierte. Lo mismo hacia Michael del lado de Tyler.
Los adolescentes no tenían apetito, ni siquiera Sam o Thomas que son los que devoran todo en un instante. Sin embargo, Evangelina los obligo. Pero antes de empezar a comer llamaron a Niroh y Michael para que comieran con ellos. Sofía antes de sentarse a la mesa decidió ir hacia el cuarto de sus amigos y prenderles los sahumerios.
Katherine, el jazmín. Lado derecho. Tyler, el cedro. Lado izquierdo – decía mientras encendía los sahumerios – que tengan dulces sueños – dijo para luego cerrar la puerta e irse a comer su almuerzo.

Pasaron tres días y aun los vampiros no despertaban. La noche del segundo día Lisandro los había trasladado a su casa. Donde décadas atrás, vivían los tres. Cada uno en su antigua habitación. Solamente algunas cosas de la casa donde vivían Katherine y Tyler, junto al resto, pasaron a la mansión de Lisandro. Una de ellas eran los sahumerios. Que desde que Sofía los puso al lado de sus camas, ellos dejaron de fruncir el sueño y parecían más relajados.
Michael y Niroh se preocupaban mucho por ellos como para dejarlos solos y Evangelina se preocupaba por Lisandro más que nada. Así que los tres, por aceptación y petición de Lisandro se fueron a vivir con ellos.  Los ‘humanos’ siempre que podían iban a visitarlos. Era un viaje largo, pero para ellos valía mucho ese tiempo.
Solo hasta la tercera noche pudieron saber que les pasaba a los vampiros, pues solamente despertaron y uno no de la misma manera.

¿Ty, Tyler? – le preguntaba Michael a un vampiro que muy despacio abría sus ojos.
Mi – decía muy suave Tyler – llévame con Kath
¿A qué te refieres? primero le avisare a tu tío – Michael se iba a parar de donde estaba sentado pero el vampiro lo detuvo.
Por favor – suplico.
Michael lo dudo unos momentos pero luego acepto. Tyler andaba débil por la falta de sangre en su cuerpo así que lo tuvo que recargar en uno de sus brazos para que pueda pararse. Así estuvieron por todo el camino hacia la habitación de Katherine. Michael no entendía por qué quería ver tan desesperadamente a Katherine, nunca era de pedir por favor de esa manera.
Llegaron a la habitación de la vampira y Michael abrió la puerta. Tyler empezó a caminar por dentro de aquella habitación oscura. Era de noche y solo la luz de la luna iluminaba a Katherine.
Niroh no estaba pues esa noche salió a correr para dejar su frustración un poco de lado.
El vampiro se acerco a su cama y se sentó en ella. Prendió el velador que se encontraba en la mesita de luz y pudo ver al fin a su amiga. Se veía igual que antes, todo parecía estar bien, salvo por algunos detalles.
Tyler podía ver la sangre corriendo en las venas de Katherine y como su pecho subía y bajaba, movimiento parecido a la de la respiración de un humano.
El vampiro menor se quedo helado. No podía ser cierto. ‘Cuando te convierten en vampiros las venas se te pudren y ya no son tan necesarias, tampoco respiramos. Solo fingimos delante de humanos’ pensó Tyler viendo como el cuerpo de su amiga. Y no solo eso. Sus mejillas tenían un leve color rosado. Además que algunas gotas de sudor caían por su frente.
Tyler, en un intento de pensar que era otro sueño, levanto los parpados de los ojos de Katherine viendo en ellos dos colores. Mitad rojos sangre y mitad marrones oscuros. Quito sus dedos de los ojos y les separo los labios. No poseía colmillos.
Katherine, de alguna manera, se había convertido en humano.
En ese preciso momento los ojos de la pasada vampira se abrían. Mostrando sus, ahora, ojos bicolor.















Capitulo 5
Es imposible – grito Lisandro mirando a su sobrina.
¡Mírala! – Le grito Tyler – ¡Es humana! – señalaba a su amiga sentada en la cama.
Katherine y Tyler habían despertado. Pero la vampira no era la misma. Su cuerpo era humano y ellos aun no sabían como paso todo eso.
¿Pero cómo? – Pregunto Michael desde el marco de la puerta.
Su enfermedad – dijo en un susurro Lisandro.
¿Su qué? – le pregunto Tyler a su tío acercándosele.
Su enfermedad – dijo más alto.
Katherine, quien era testigo de esa charla, no podía hablar. De su boca no salían palabras y de eso ya se habían dado cuenta, todos.
‘¿Mi enfermedad?’ se pregunto la vampira viendo como su tío y el resto de los presentes la miraban con cuidado.
Kath, si puedes escucharnos y entendernos por favor haciende con la cabeza – le decía Lisandro, viendo como ella asentía.
Entonces – dijo Lisandro – mañana hablaremos del tema. Ahora deben de descansar. Además necesitan decírselo a los chicos y yo necesito buscar unas cosas –
 Pero… - protesto Tyler pero la mirada asesina de su tío lo cayó – de acuerdo. Niroh quédate con ella, yo hablare con los chicos esta noche.
Está bien – dijo el pequeño para correr a la cama de Katherine.
Me voy Kath, cuídate ¿sí? Cuídate de enserio – le decía un preocupado Tyler a la vampira – me quedare en la casa de los chicos, si no es que quieren venir, y les diré que ah pasado – la vampira le sonrió y le acaricio la cara.
Tyler pudo sentir la suavidad de su piel - Antes era muy fría tu piel, ahora es la mas cálida que eh sentido – le decía el vampiro correspondiéndole la sonrisa – Me voy – le dijo para desaparecer corriendo.
Se preocupa mucho por vos – decía Niroh viendo la puerta por donde había salido. Una sonrisa más grande apareció en la boca de Katherine.

Tyler corría lo más rápido posible. Era un tramo largo. Tenía que bajar la sierra, de donde la mansión se encontraba, para pasar por la ciudad e irse a los campos que se encontraban a 5 km de distancia. Media hora, si consideraba todo ese viaje y su velocidad.
Al estar cerca de la casa pudo escuchar algunos lobos cerca. Así que los siguió. Sabía quiénes eran. Salieron del pequeño bosque, en el patio de la casa. Tyler los seguía a unos cuantos metros hasta que Sam y Thomas se percataron de su presencia.

¡Tyler! – le grito Thomas acercándosele al vampiro.
¡Ty! – grito Sam corriendo hacia él.
Hola apestosos lobos – bromeaba Tyler mientras los abrazaba.
Recién vinimos de correr ¿qué quieres vos también? – le dijo Sam riéndose.
¿Y Kath? – pregunto Thomas. Ante la pregunta el vampiro se puso serio.
De eso vine hablar – les dijo. Los hombres lobos dejaron de sonreír.

En la casa del vampiro menor. Todos los presentes saludaron muy felices a Tyler, hasta que empezó a explicar el por qué Katherine no estaba ahí. Un semblante muy serio se les veía a los adolescentes.
Se acuerdan que los vampiros tenemos dones ¿no? – decía Tyler, todos contestaron que si – bueno, nunca se los dije pero yo poseo dos dones, uno de percepción y otro de tiempo, la empatía y el ver el pasado. Katherine posee un don de percepción también y es más fuerte que el mío. Y mucho más delicado. No se los diré porque le prometí que no lo haría hasta que una ocasión la requiera – explicaba mientras los demás lo veían muy atento - Antes de desmayarme sentí un dolor muy fuerte en mi pecho. No sé muy bien que sentimiento era. Pero no creo que haya sido bueno. Kath sintió lo mismo por lo que al ser tan fuerte nos desmayamos. Tenía un increíble poder por lo que fue mucho para nosotros. Pero sigue siendo extraño ya que nunca escuche de un vampiro que se haya desmayado. –
¿Quieres decir que ella no despertó? – le pregunto triste Emily.
No, si despertó pero… - silencio y tensión se sentía en la casa – no de la misma manera – todos lo miraban confundidos, no entendían que quería decir su amigo. Tyler al sentir todo aquello suspiro para volver hablar – Mientras me encontraba desmayado podía sentir los sentimientos de Katherine y los suyos. Pero como a Kath la tenía más cerca, los de ella eran más fuertes en mi mente. Sentía como Kath estaba triste, sola, con miedo, confusión, dolor mucho dolor -
Por eso tenía el seño fruncido – dijo Sofía.
Sí, pero no solo eso sentí, también empecé a sentir su calor, su pureza, su sorpresa. Mientras podía percibir todo eso, también podía oler un aroma a jazmines y cedro –
Los sahumerios que les deje – decía un poco feliz Sofía.
Lo sé pero me gustaría saber de donde los sacaste sofí. Esos sahumerios… - la sonrisa de la bruja desapareció – son… venenosos para los vampiros. Los humanos no pueden percibir el aroma verdadero pero si nosotros y uno de esos sahumerios tenía algo extraño, algo que era malo, pero al mismo tiempo relajante. No sé cómo explicarlo pero cada vez que sentía ese olor, sentía más calidez de parte de Katherine –
¿Calidez? – pregunto Mattew
Cuando me desperté, Michael se encontraba a mi lado y le pedi que me llevara con Kath. Nunca le pedí que me ayudara en nada y mucho menos rogarle, sin embargo estaba preocupado por ella. Y cuando llegue vi algo que no quería ver -
¡¿Qué le paso?! – grito Keitlyn. Tyler suspiro otra vez.
Su cuerpo se transformo. Se volvió humano – todos lo miraban más que sorprendidos – No posee colmillos, sus ojos ya no son de color rojo intenso, su piel tiene un leve todo rosado, también respira y su corazón palpita –
¿Cómo… cómo es posible? – grito Victoria.
No lo sé. Lo primero que sé es que no puede hablar por algo. Sus palabras no salen, pareciera que se quedo muda. Y lo segundo que se es que aun posee su don. Se lo pregunte antes de llamar a Lisandro para que la viera –
Quiero verla – dijo Thomas.
Yo también – decía Emily.
Colín se encontraba muy callado y Tyler sabia porque. El humano había sentido un sentimiento que va más allá de la amistad. Y aun él no se daba cuenta.
Tardaremos mucho en llegar – dijo Mattew. Sam y Thomas se miraron.
Nosotros los llevaremos – dijo Sam. Todos los miraron sorprendidos, menos Tyler que ya pensaba que podía ocurrir tal ofrecimiento.
Pero…nos caeremos - dijo Mattew.
No lo harán. Es fácil – dijo Keitlyn. Los dos humanos hombres la miraron.
Es cierto, no es tan difícil. A mí y a Keitlyn ya nos han llevado – dijo Emily. Sam y Thomas las miraron un poco sonrojados. Era extraño que un hombre lobo se ofrezca a llevar a una persona en su lomo. Y eso las humanas lo sabían muy bien.
‘Confusión, felicidad, orgullo, vergüenza, ¿amor?’ – pensaba Tyler viendo a sus amigos – ‘Parece que algunas parejitas se pueden estar formando’ – pensó sonriendo – Bueno vamos que Kath los anda esperando – todos asintieron felices y preocupados – ‘Extraña combinación somos’ –
Todos salieron de la casa.
Yo iré con Thomas – dijo Emily poniéndose al lado del nombrado – Mattew ¿venís con nosotros? –
Si – contesto para ponerse del otro lado del hombre lobo.
Thomas se empezó a desvestir. Transformándose finalmente en un gran lobo blanco que en su pecho se encontraba una mancha negra. El lobo miro a Emily y levanto su cabeza para atrás, seña de que se suba. Emily hizo caso y se subió. Luego le siguió Mattew con un poco de miedo.
¿Estamos pesados? – pregunto Emily mirando el rostro de Thomas. El movió la cabeza de un lado al otro.
No somos tan débiles sabes – le dijo Sam
Transfórmate – le dijo Keitlyn.
Sam se desvistió y luego se transformo en lobo. Pero al contrario de Thomas, el se convirtió en un gran lobo negro con una mancha de marrón claro en su pecho.
Si vos tuvieras una mancha de color blanco en tu pecho y no una marrón serian lo contrario en apariencia de lobo – dijo Keitlyn. Sam solo la miro. Y le hizo la misma seña que Thomas anteriormente le indico a Emily. Los dos humanos se subieron.
Conocen el camino ¿no? – les pregunto Tyler a los lobos. Ellos asintieron – Entonces vayan adelantándose. Yo tengo que buscar algunas cosas – Les dijo para que después los lobos lo miraran y salieran corriendo.
 Cuando el vampiro se aseguro que los lobos estén lo suficientemente  lejos miro hacia las brujas.
¿Saben lo que quiero que hagan? – le pregunto. Las dos brujas asintieron.
Está bien. De todas formas se los pido directamente. Por favor, busquen si existe algún hechizo, poción o conjuro que pueda volver a un vampiro un humano. Todavía, sigo sin creer que Kath se haya vuelto humana. Cuando la conocí ya era una purasangre, además de que ella me transformó a mí en uno. Por favor ayúdenme – dijo Tyler un poco desesperado.
Si no fuera porque tienes colmillos y de lo único que te alimentas es de sangre, sin mencionar que tienes más de cien años, diría que sos un humano – dijo Victoria.
Lo sé. Por eso no soy de suplicar muy seguido – le contestaba mirando hacia un lado un poco avergonzado.
Las brujas sonrieron y un humo de color negro rodeo a Victoria. Luego de unos minutos el humo iba desapareciendo mostrando a alguien distinto.
Hace años no te veo así – le dijo Tyler.
Victoria que antes era una muchacha de 16 años, ahora parecía una de 21. Su pelo se encontraba de un rubio claro, uno que parecía blanco. Sus ojos eran completamente negros. Sus uñas eran largas y negras. Vestía un pantalón de cuero oscuro y una camisa blanca con unas botas de taco aguja que le llegaban hasta las rodillas. Su apariencia había cambiado completamente. Una risa salió de su boca. 
Hace ya algunos años, vivo de mi vieja edad de 16 años – le contestaba Victoria mirándolo.
¿Tanto esfuerzo debes de hacer para el conjuro? – le pregunto Tyler
Si, es magia muy avanzada. Sin mencionar que no es magia blanca. Hoy no iré. La veré mañana. Necesito concentrarme, además de que necesito la magia de Sofí –  La mencionada la miro.
¿Enserio necesitas de mi magia? – pregunto
Aunque yo sea más vieja que vos y tenga más experiencia, vos sos mas fuerte Sofí – le dijo Victoria quedando a su altura.
Necesito irme yo. Mañana las veo y Gracias – les dijo para reverenciarse, como lo hacían en su época, como manera de agradecimiento. Ellas le sonrieron.
Tyler se enderezo y corrió. Quería alcanzar a los chicos antes de que llegaran.
Empecemos con los sahumerios – dijo Victoria. Sofía le sonrió.

Pasando la ciudad, a cuatro kilómetros de distancia se encontraban dos lobos junto a un vampiro.  Los tres, junto a cuatro humanos, se dirigían a la mansión que se encontraba casi en la punta de aquella sierra.
 Luego de media hora de subir la sierra y de subir las escaleras de aquella gran mansión, al fin se encontraban frente a la puerta de Katherine.
‘Cuantas emociones que poseen estos chicos’ - pensaba Tyler mirándolos – Katherine, Niroh – dijo Tyler tocando la puerta. Un ‘Pase’ se escucho del otro lado.
Uno por uno fueron entrando. Ninguno pudo ver a Katherine, solo estaba Niroh.
¿Y Kath? – pregunto preocupada Emily.
Debajo de las sabanas, está durmiendo – dijo Tyler.
¿Cómo lo sabes?, hasta hace un rato se durmió – le pregunto Niroh
Siento calidez, paciencia, esperanza, timidez, preocupación y serenidad en la habitación además… las sabanas no respiran – dijo bromeando Tyler al final, mientras señalaba la cama. Todos sonrieron por el comentario del vampiro.
Colín poco a poco fue acercándose a la cama. Con cuidado destapo a Katherine, asiendo que solo se le viera la cabeza y un poco de los hombros. La muchacha se encontraba con los ojos cerrados pero luego de haber sido destapada los empezó abrir, viendo como unos ojos de color chocolate se iluminaron al verle a la cara. Katherine le sonrió levemente, Colín pudo notar el tono rosado en las mejillas de la chica. Ella se sento, dedicándole una sonrisa más grande que antes.
Ka…Katherine – balbuceaba Keitlyn.
La mencionada la miro y le sonrió tan bien.
Dice que todo está bien – una voz se puedo escuchar claramente desde el marco de la puerta.
Tío – dijo Tyler. Lisandro traía consigo una carpeta con muchísimos papeles dentro de ella – ¿Nos explicaras ahora lo que ocurre con ella? – le pregunto.
Sí, pero antes necesito que vayamos al estudio que ahí tengo todo. Estos papeles son los que recogí del despacho – contestaba Lisandro mientras se iba de la habitación.
Mi – le llamo Tyler – lleva a los chicos para el estudio, yo iré después con Kath –
Ok – dijo el dragón para llevarse a todos de allí. A Colín se le notaba muy preocupado.
Kath, no sé lo que nos dirá el tío pero me gustaría saber algo antes. ¿Me dejarías ver tu pasado? – le preguntaba cuidadosamente.
Katherine la miraba confundida. Nunca le dejo hacerlo pero ahora parecía algo de vital importancia. Ella asintió.
Tyler se acerco más a la nueva humana y junto sus frentes. Su mirada penetrante asustaba un poco a Katherine. Pero siguió viéndolo.
Mientras ella solo miraba sus ojos, el podía ver su pasado. Imagen tras imagen aparecía en su cabeza. Cuando era humana, cuando se volvió vampira, como se volvió siendo una, cuando conoció a Niroh, los momentos con Colín y momentos con...  No pudo ver más, su mente entendía algunas cosas pero otras dejaba inconclusa. ‘¿Quién era ese chico?’ se pregunto Tyler.
El miraba los ojos de su amiga y ellos se veían tristeza y confusión. También lo sentía. Katherine le sonrió levemente y le acaricio la mejilla derecha.
Me estás diciendo que no me preocupe ¿no? Siempre lo haces – su sonrisa se alargo y el sonrió.
De repente la puerta se abrió. La humana y el vampiro se separaron, viendo aquel humano con la cabeza a gacha.
Lisandro dice que se apuren – dijo para después cerrar la puerta. Katherine miro a Tyler preocupada.
Yo hablare con él. Pero después, ahora quiero saber qué te pasa – le dijo para pararse y tomar la mano de su amiga. Juntos fueron hacia el estudio donde se encontraba en el tercer piso, en el ala izquierda.
Al fin llegan, tengo que mandar a alguien para buscarlos – les reto su tío – En fin, ya que están todos acá comenzare – Lisandro empezó a caminar por todo el estudio. Era uno grande con paredes altas llenas de estantes con libros. En el centro se encontraban sillones junto al escritorio. Una mesa de té y algunas estatuas pequeñas. Uno a uno recogía algunos libros de distintas partes de los estantes. A veces subía la escalera corrediza y en otras solo caminaba – como verán estoy cogiendo varios libros. En ellos hay una pequeña explicación de lo que le pasa a Kath –
¿Átomos, moléculas, mutación, células? – Pregunto Tyler – ¿Organismos de las especies, historia vampírica, hechos pasados de un vampiro? ¿Qué es esto? –
Les explicare las cosas más importantes, así que escuchen con cuidado- advertía el vampiro -  Cuando conocí a Katherine fue una noche como esta. Ella había salido de su habitación hacia su jardín porque quería ver por última vez la luna.  Me le acerque, estaba llorando así que le pregunte por qué. Nos pasamos toda la noche hablando y conociendo. Me comento de la enfermedad que tenia y le propuse que si quería vivir que venga conmigo. Ella no lo dudo. Esa misma noche la convertí – miraba a su sobrina - Dejo de lado todo lo que tenía. Pero yo no la pude dejar así, le saque a la familia todo lo que ella poseía por herencia y se lo di – suspiro - Cuando una persona se convierte en vampiro deja de respirar, su corazón no palpita y todo su cuerpo se muere y todas las heridas que tenias anteriormente desaparecen. Al segundo día le regale un vestido que no tenía espalda. Al mostrarme como lo lucia note que en su espalda llevaba una cicatriz, me pareció extraño y la revise. Le pregunte si se lo había hecho durante la noche y me contesto que la tenía desde chiquita. Me pareció muy raro así que empecé a investigar. A la segunda semana, ella empezó a poseer síntomas de una gripe: fiebre, tos, estornudos.  Me preocupe y pensé que su enfermedad propaso la transformación y que necesitaba ser más fuerte. Así que la convertí en un vampiro purasangre. Todo al parecer fue bien hasta ahora. Pero aunque ella se sienta mejor yo seguí investigando. Llegue a la conclusión de lo que se trataba su enfermedad. Pero necesitaba alguna práctica o algún hecho antes pasado para que lo pudiera confirmar – decía cogiendo un libro – En los principios del vampirismo existió un hombre que era mitad vampiro mitad humano. Nació de una humana y su padre fue un vampiro. Sus células eran mutables, a veces se morían y en otras revivían. No se reproducían. Siempre eran las mismas. Ochenta años atrás le pedí a Kath que me diera una muestra de su sangre. En ella descubrí que sus células mutaban. Pero no de un vampiro a un humano y viceversa. Si no con cualquier especie.
No entiendo – dijo Emily.
Lo sé, ahora entenderás mejor – le respondía Lisandro – lo que quiero decir es que las células de la sangre de Katherine se pueden volver células de cualquier especie. O sea si mezclo la sangre de Kath con la sangre de Michael, las células de Katherine tomaran la forma de las de Mí. Volviéndose un dragón. Y así con cada especie –
O sea que Kath se puede transformar en cualquier ¿cosa? – pregunto Mattew cuidando de que nadie se enojara con la palabra cosa.
Si. Junte todas las muestras de sangre de ellas con sangre de otras especies. Y en todos los casos sus células se volvían como las otras. Además se multiplicaban –  concluía Lisandro.
¿Entonces como no se volvió humana antes? Si siempre toma sangre de otras especies – pregunto Keitlyn.
Es sencillo. Nosotros no absorbemos las células ni los nutrientes, pues no los necesitamos. Solo tomamos sangre para hacernos más fuertes y no secarnos. Como una planta –
¿Pero entonces como se pudo volver humana? Nadie mesclo su sangre con la de ella – pregunto Sam
Eso es lo que quiero entender. Si bien existe la posibilidad de que en vez de transformarse con células se transformara con moléculas o átomos de humanos sigue siendo inentendible de cómo eso llego a su organismo –
Tengo una vaga teoría de cómo logro pasar – dijo Tyler – ¿es posible que los átomos o moléculas estén en el aire no? ¿Y que al aspirarlas entre en su organismo? –
Si es posible – contesto Lisandro mirándolo desentendido.
‘Los sahumerios’ – pensó Katherine. Quien inconscientemente se contacto con Lisandro haciendo que él la escuchara.
¿Los sahumerios? – Todos miraron al vampiro, este miraba a Katherine – explícate sobrina –
‘Cuando caí inconsciente me sentía igual que siempre pero luego de unas horas sentí un aroma que  hacía que me doliera el cuerpo y sintiera melancolía. Creo que Tyler quiere decir que los átomos o moléculas o hasta células se encontraban en ese aroma’ -  le decía Katherine mentalmente.
Necesitaría revisar esos sahumerios –
¿Qué te dijo? – pregunto Tyler.
Cree que las células se encontraban en los sahumerios. Es posible pero necesito investigarlos – se sobaba la barbilla mientras caminaba de un lado al otro.
Sofí y Vic lo están haciendo ahora. Contáctalas – le respondió Tyler mientras se apoyaba en la pared.
Tienes razón – Lisandro se sentó en una silla y cerro sus ojos – no molesten ni hagan ruido – advirtió.

A unos cuantos kilómetros de ahí. La casa se encontraba tranquila, exepto en una habitación. En ella todo estaba iluminado por velas y símbolos se encontraban flotando. Dos brujas tenían sus manos unidas mientras recitaban algún conjuro. Dos paquetes de distintos colores se encontraban en medio de ellas.
De pronto se detuvieron.
¿Qué paso? ¿Estás bien? – pregunto Victoria.
Si pero Lisandro quiere que vayamos a la mansión con los sahumerios – contesto Sofia mientras miraba el paquete de color blanco.
Vamos de seguro es urgente – dijo Victoria parándose. Las dos tomaron las cosas necesarias y se fueron de ahí.
Tras una hora y media de estar volando en sus escobas por fin llegaban a la mansión. Antes de entrar Victoria volvió a tomar su forma anterior.
¿Tienen los sahumerios? – pregunto Tyler apenas las vio entrar. Las dos contestaron que sí. Juntos se dirigieron hacia el estudio. Allí pudieron ver a Katherine pero ellas sentían que era diferente con solo verla.
 Kath – dijeron las dos al unisonó. La mencionada les sonrió. Las brujas que la miraban aliviadas fueron hasta ella y la abrazaron.
La están aplastando – dijo Lisandro.
¡No mientas! – le grito Sofía abrazando aun mas fuerte a la nueva humana.
No miento mírale la cara – las dos miraron la cara de Katherine, ella se encontraba con la cara roja.
Siempre era Katherine quien las estrangulaba, ahora eran ellas.
Eres mucho más delicada – dijo Victoria tocándole la cara.
¿Cómo paso? – pregunto Sofía mirando al resto.
Es lo que queremos saber. ¿Averiguaron lo que tienen esos sahumerios? – les pregunto el vampiro mayor.
No, los sahumerios no tienen magia negra. Y no encuentro algo malo que pueda llegar a tener – contesto Sofía.
‘Tío – pensaba Katherine contactándose con él. El llamado la miro – decidles que reciten el conjuro de la página 340 del libro que les di’
Dice Kath que reciten el conjuro de la página 340 del libro que les dio – comunicaba Lisandro.
¿El conjuro del pasado de las cosas? – Pregunto Sofía, la humana asintió – no lo había pensado. De acuerdo – dijo. De su abrigo saco un paquete blanco con la palabra sahumerios de jazmín en ella. Los tomo en su mano y se aparto un poco de todos. Una energía extraña se empezó a sentir en el ambiente. Alrededor de Sofía aparecieron unos símbolos y ella empezó a recitar el conjuro.

‘Objeto de magia extraña
Muestra tu verdadera intención
Obedece a la bruja que te habla y muestra quien te ha creado
Y con qué propósito aparecisteis ante nosotros’

Recitaba Sofía mientras los sahumerios de jazmín brillaban. Los ojos de la pequeña bruja se fueron cerrando. Y tras unos minutos los abrió.
Ya sé que paso – dijo triste.
¿Qué viste? – pregunto Victoria.
Ah Bruno – miraba al piso con los ojos totalmente tristes – es un brujo y el hizo estos sahumerios. Al parecer les incrusto unas células de humano que al ser aspiradas con ella se volviera una. Están bajo un hechizo y por eso no podíamos encontrarlas – su voz se cortó y sus lágrimas empezaron a salir. Katherine, sin tener la velocidad de antes, corrió lo más rápido hasta ella y la abrazo.
‘Dile que estoy bien que no fue su culpa, que debe de haber una explicación’ le pedía Katherine a Lisandro que la tradujera.
Dice que está bien, que debe de haber una explicación del porque lo hizo. No es tu culpa – le repetía el mayor a la pequeña bruja que se encontraba llorando. Sofía miro a Katherine, ella le sonreía.
A ver si entendemos. Katherine tiene células que pueden transformarse en cualquier otras células de otras especies.  Ella se convirtió en humana por que aspiro células de humanos que se encontraban en los sahumerios y no encontraban la respuesta hasta que vieron el cómo se formo el sahumerio. Y para colmo el culpable es el chico que le gusta a Sofí – resumía Emily.
Si – dijo Lisandro y Tyler al unisonó. Katherine asintió.
¿La piensan convertir de nuevo? – pregunto Colín
Si ella quiere. Ahora tiene la oportunidad de elegir – dijo Lisandro mirándola. Katherine se aparto de Sofía y se quedo pensando.
‘Quiero volver a ser una vampira. Solo denme una semana. Quiero volver hacer algunas cosas’ – pensó Katherine y Lisandro la escucho.
De acuerdo. En una semana te convertiremos pero ¿quién quieres que te convierta? – le pregunto Lisandro. Katherine miro a su tío y luego a su amigo.
‘Quiero que lo haga Tyler’- pensó ella.
‘Tan poca confianza me tenéis’ – le pregunto por pensamientos.
‘Si, note como me miraste la ultima vez’ – le dijo
‘Me siento gato encerrado’ – pensó Lisandro mirando a otro lado. Katherine rio.
¿Qué pasa? – pregunto Mattew.
Quiere que Tyler la convierta – dijo el mayor.
¿Enserio? – pregunto el vampiro menor mirándola. Ella asintió.
‘Pero en una semana’ – pensó.
Pero en una semana, pidió – dijo Lisandro.
¿Por qué en una semana? – pregunto Mattew.
Dice que quiere volver hacer algunas cosas – contesto.
¿Cómo qué? – pregunto Emily
‘¡Que les importa!’ – les grito mentalmente Katherine. Lisandro se empezó a reír.
¿Qué dijo? Por que por su cara no es algo bueno – dijo Tyler mirándola.
Les grito que no les importa – decía Lisandro riéndose todavía.
‘¿Que estará pensando? Esta nerviosa y avergonzada, creo que también ilusionada y emocionada’ – pensaba Tyler analizando sus emociones ‘Espero que entre esta semana no ocurra nada más’





Capitulo 6
La noche anterior Katherine había pedido estar una semana siendo una humana. Para que después de que se cumpla los 7 días Tyler la convirtiera. Su voz había vuelto y Lisandro les aseguro que era por el shock que había tenido de ser una vampira a volverse humana.
Los humanos, quienes eran los que más acostumbrados a no ver a Katherine durante la mañana, hoy estaban haciéndole el desayuno.
La nueva humana se encontraba hablándole a Keitlyn mientras cocinaba.
Y a la noche podemos acampar, así mañana puedo llegar más rápido al rio. Además el fin de semana que viene podemos ir al mar. Tengo ganas de nadar. Hablando de nadar tengo que aprender – decía entusiasmada y pensativa.
¿Por qué tan emocionada con el agua? – le preguntaba la cocinera.
Porque siempre me gusto los ríos, mares, océanos y todo lo que tenga que ver con mucha agua – le respondía mientras estiraba los brazos – pero antes no podía salir y como después me convertí en vampiro y no podía tocar el agua. Además no me gusta el color verdoso que le da las hierbas al agua. Odio bañarme en ellas – se quejaba cruzando los brazos. Keitlyn se rio por sus gestos.
Ok. Toma llévalos a la mesa – le decía mientras le daba dos platos, en uno había sándwiches y en el otro tostadas.
Tengo hambre – dijo Katherine mientras veía los platos.
Déjalos en la mesa y come – le dijo la otra humana agarrando una bandeja con tazas de café y té.
Gracias – le sonrió yendo con cuidado hacia la mesa.
En ella ya estaban todos sentados. Katherine noto como Colín la miraba y se sonrojo. 
¿Kath estas bien? – le pregunto Sam
¿Eh? – miro la humana a el hombre lobo mientras dejaba los platos – si ¿por qué? –
Estas roja – le dijo Thomas
‘Esta sonrojada’ – pensó Emily mirándola con una sonrisa.
Debe ser que tengo calor – contesto Katherine tocándose las mejillas con la palma de las manos.
Puede ser, ahora que sos humana – concluyo Sam
Por aquel comentario Sofía bajo la cabeza y comenzó a comer. Se le notaba que se sentía culpable.
La mañana hubiese pasado tranquila si no fuese porque Katherine les rogaba que no vayan a la escuela y se quedaran con ellas. Quienes se dieron al fin de cuentas fueron Colín, Mattew y Sofía, quien no quería ver a Bruno.
¿Y qué hacemos ahora? – pregunto Mattew.
Quiero ir a pasear y a comprar cosas, en la noche no puedo ya que todo está cerrado –
Bueno vamos – le dijo Colín. Katherine sonrió.
Esperen que le aviso a Ty – les dijo para salir corriendo escaleras arriba hacia la habitación del vampiro. Al llegar en vez de tocar la puerta solo la abrió. Pudiendo ver al vampiro hablar con dos ángeles.
Ty, me voy con Colín, Sofí y Matt a la ciudad. Quiero comprar algunas cosas – le dijo sonriendo.
De acuerdo – le contesto el vampiro sorprendido. La humana volvió a cerrar la puerta y se fue corriendo.

En la habitación.
¿Nos habrá visto? – se pregunto Sunny.
Si los vio pero se hizo la tonta. Una de las reglas de los ángeles es que no deben tener contacto con los humanos ¿no? Bueno ella está cumpliendo con sus reglas para que no estuvieran en problemas – dijo Tyler mirando la puerta – pero lo que me extraña es que no la pude escuchar cuando venia.
Katherine posee cada sorpresa – dijo Sebastián.
Si es verdad, pero ahora lo que me preocupa es ese tal Bruno. ¿Sera uno de los asesinos? – se preocupaba Tyler.
Es muy posible que lo sea. Vamos a tener que cuidar a Kath por unos días. No tendría oportunidad siendo una simple humana – reflexionaba el ángel más alto.
Alguno de ustedes tendrá que ser su ángel guardián – dijo el vampiro sonriéndoles.
Yo no puedo últimamente tengo muchas responsabilidades en el paraíso – comentaba Sunny
Te dije que no las dejaras para más tarde – le reprochaba Sebastián. Tyler rio y Sunny hizo un puchero – Yo seré su ángel guardián, quédate tranquilo.
Gracias – le agradeció el vampiro viendo como Sebastián se desvanecía. Cuando el ángel y el vampiro se quedaron solos, Sunny empezó a pensar en ir a buscar a Sam.
¿En qué piensas? – le pregunto Tyler, sintiendo como Sunny pensaba algo que la hacía feliz.
En nada que no seas tú  ¿por? – le dijo Sunny enredando sus brazos en el cuello del vampiro.
Está bien, ¿salimos esta noche? – le pregunto con una sonrisa.
Si, ¿a qué hora vengo? –
Ven a la hora que quieras – le dijo con una sonrisa Tyler.
El ángel le sonrió y le beso. Hacia una década que se trataban como novios. Pero de tanto tiempo Sunny se iba cansando.
Te veo a la noche entonces – le dijo para después desvanecerse.
‘¿Qué me estará ocultando?’ – se pregunto Tyler. Caminando hasta la cama – Bueno, algún día lo sabré.

En el Ferrari rojo que conducía Mattew hacia la ciudad. Iba Colín a su lado; Sofía y Katherine atrás. Todos hablaban sobre los mejores lugares en la ciudad. Al parecer la temporalmente humana quería ir a comprar algunos libros y materiales para coser, tejer y bordar. El resto pensó que sería un pasatiempo que quería recuperar. Pues a la ex vampira nunca la vieron hacer ese tipo de cosas.
Todo marchaba bien hasta que tuvieron que parar. Un choque se mostraba delante de ellos. Dos autos habían chocado, y la ambulancia y policía se encontraba alrededor de ello. Dos niños gemelos yacían desmayados en el piso, siendo atendidos rápidamente y los cuatro adultos que se veían se encontraban ensangrentados y atorados en los coches.
Sofía parecía que se desmayaba y los muchachos estaban muy preocupados por aquella gente. Katherine solo miraba atenta. Ahora que era humana no sentía la necesidad de ir a lamer aquella sangre. Pero si sentía la necesidad de ir a decirles a aquellas personas que los gemelos ya tenían el destino marcado. Y que en cualquier momento morirían. La ex vampira sintió como auras puras se acercaban al lugar. Tres ángeles se acercaron al choque. Dos se fueron a los lados de los niños y el tercero fue al lado de la mujer que se encontraba en el coche atorada.
Katherine pudo contemplar como salían llamas de distintos colores de los cuerpos de los gemelos y de la mujer. Los niños tenían la llama de color oliva y la mujer la tenia de bordo. Los tres ángeles tomaron esas llamas y las abrazaron para después desvanecerse llevándoselas.
‘Así que se convertirán en ángeles, buena suerte entonces’ - pensaba Katherine mirando al cielo.
Sebastián veía como la humana temporal miraba al cielo. El sabía porque ella miraba hacia allí. Cuando descubrieron su poder paso lo mismo. El ángel sabia también el por qué no lo quería decir.
‘Y pensar que solo me lo dijo por que no entendía que era lo que veía’ – pensaba Sebastián mirándola.

En la parte trasera de la escuela
¡Contéstame! ¡¿Quién eres?! -  le gritaba Victoria al hombre enfrente de ella.
No te importa – le dijo corriendo velozmente hacia ella.
Que… – la bruja no pudo continuar hablando. Una daga se le atravesó en el estomago.
Espero que esta noche estén preparados – le dijo aquel hombre enterrando aun más fuerte la daga.
Victoria venia como en la boca del hombre salían colmillos, era un vampiro.  Sus parpados se cerraban. Se estaba a punto de desmayar.
¡Victoria! – un grito de una voz conocida escucho. Sus parpados se cerraron y escucho como una pelea empezó.
Luego de lo ocurrido, Sam llevo a Victoria al hospital y les había avisado al resto de lo sucedido. Todos en unas horas estuvieron en el hospital, también la familia de la bruja. Para suerte de Victoria, la daga no poseía ningún veneno y Sofia pudo darle una medicina casera, mágica, para que sanara más rápido. Pero al estar aun tan débil su cuerpo volvió a su verdadera forma. Mostrando la Victoria de 21 años. Los chicos no se sorprendieron mucho ya que la bruja se los había comentado años atrás. Tras estar allí algunas horas, dejaron que la familia se encargue de ella. El resto volvió a la casa muy preocupados.

Horas más tarde en la casa
¿Pero quién la ataco? – le pregunto Mattew a Sofía.
Sam dice que era un vampiro. Pero huyo antes de poder lastimarlo – le contesto
¿¡Pero por que lo haría?! – les grito Thomas.
No se pero primero fue Kath y ahora Vic. Y todas distintas personas – decía Emily claramente triste.
Tras algunas horas más Tyler había hecho la cena pero nadie quiso comer. En vez de eso todos se fueron a dormir. Excepto por el único vampiro que quedaba.

A unos kilómetros de aquella casa
Solo dos horas más y podremos atacar – decía el rubio emocionado – Espere tanto para darle una paliza a ese tal Sam
Cálmate Beast. Pero no te culpo yo quiero matar a ese hombre lobo llamado Thomas. Se cree mucho ese bastardo – le contestaba el morocho de ojos blancos.
Es impresionante que puedas estar ciego y que sepas donde esta cada persona que esté cerca tuyo – le alagaba mientras se movía de un lado al otro alrededor de el.
Quédate quieto o te pego una paliza – le advirtió. Beast no hizo caso. El morocho le pego – te lo advertí –
En la nariz no – le decía mientras se la sobaba.
Beast, Cold. Cállense ya – les retaba Víctor.
Al cuete los retas maldito chupasangre – le decía Bruno sentado en la rama de un árbol mirándolos.
Cállate vos también maldito brujo – le gritaba enojado -  Hablando de brujos ¿te enamoraste de la pequeña brujita no? – le dijo travieso Víctor. Bruno se sonrojo.
¡Que no me enamore! Es una niña estúpida. ¿Cómo me voy a enamorar de ella? Es patético – les decía enojado y avergonzado.
Lo que tu digas – le contesto Víctor.
Sos más patético diciendo que no te gusta, cuando es la verdad – le decía Cold. Bruno se puso más rojo.
¡Que no me gusta y punto final! – Les grito para después darse vuelta – malditos demonios – refunfuñaba mientras saltaba de una rama a la otra yéndose.
Que niño caprichoso – decía Beast en cuclillas. Víctor y Cold lo miraron.
¡Mira quién habla! – le gritaron al unisonó.
Yo no soy tan caprichoso – se defendía Beast. Los otros dos rodaron los ojos.

Chiquitines – decía la muchacha mirando a unos metros la escena recién ocurrida – por lo menos me sirven – sentada en una rama del árbol, una más alta que la de Bruno, miraba como la casa de algunos kilómetros más adelante, se volvía oscura – Espero que estén preparados viejos amigos porque de aquí no salen vivos. Irónico, uno ya está muerto – reía la malvada muchacha de ropas árabes oscuras – ¿dos horas no son nada para nosotros no? ¿Tyler? – su risa paro y una sonrisa apareció.

El par de horas esperadas pasaron y las cinco personas, que tanto esperaban impacientes el momento, por fin se acercaban a la casa.

‘¿Y ese sentimiento?’ -  pensó Tyler abriendo los ojos.
‘¿Qué es esto?’ – se pregunto Katherine entre sueños.
‘¿Odio?’ – se preguntaba el vampiro.
‘Nada está bien, cinco auras negras’ – pensaba Katherine abriendo los ojos – ‘se acercan’. Tyler – decía la ahora humana dirigiéndose a la habitación del vampiro.
Corriendo por el pasillo se lo encontró.
Kath ¿Lo sientes no? – La chica asintió – levantemos a todos –
Cada uno se fue a despertar al resto. Katherine a las chicas y Tyler a los chicos.
¿Qué pasa por que nos despiertan? – decía Sofía en el marco de la puerta refregándose los ojos.
Algo se acerca y estoy más que seguro que no es bueno – decía Tyler – Mi despierta, vamos – le decía a su querido dragón dormido en sus brazos.
 Eso es… - Mattew, quien era el que estaba a punto de seguir hablando, cayó desmayado en medio del pasillo.
Matt – grito Katherine seguido del resto de los presentes.
¿Qué le… - decía Keitlyn pero se desmayo también.
Ke… - les siguió Emily. Katherine y Colín se miraron.
Suerte – le dijo Colín antes de caer desmayado.
¡Colín! – grito Katherine acercándose a él y tirándose a su lado. Levanto su rostro y lo miro. Un dolor en su pecho la inundo. Nunca había sentido esto por él. Pero sabía que no era algo simple.

Caminando hacia la casa se encontraba un brujo recitando un hechizo. Un hechizo que él lo hacía llamar ‘La Bella Durmiente’.

Llevémoslos a alguna cama. Esas personas se están acercando cada vez mas – advertía Tyler. Los hombres lobos tomaron a Colín y Mattew. El vampiro a Emily y Michael a Keitlyn.
Cuando todos fueron acomodados en la gran cama que poseía el vampiro, junto en este tiempo, con el dragón. Cada uno se dirigió a donde esas auras se encontraban, justo detrás de la casa.
Cada uno se paro al lado del otro. Sam y Thomas se encontraban en las puntas, mientras que en el centro se encontraba Tyler con Michael y las brujas a su costado. Manteniendo a Katherine detrás suyo para que no le pasara nada. Si bien sabía defenderse ahora era humana de todos modos.
A unos 20 metros de distancia, Sofía pudo divisar a Bruno parado allí acomodándose los lentes como de costumbre. Sam vio como el vampiro que anteriormente había atacado a Victoria se encontraba mirándolo con gracia y los hombres lobos pudieron ver a los antiguos líderes de las manadas vecinas, el gran lobo de pelaje chocolate con tonos azulados y el gran lobo, pero más pequeño que el anterior, de pelaje dorado. Con los cuales nunca se llevaron bien.
Tyler y Katherine vieron a la persona que se encontraba en el medio de aquellas personas y lobos. Sus ojos se abrieron de golpe y pudieron ver claramente de quien se trataba.
Lai…la – dijo la humana casi oculta detrás del vampiro.
Preferiría que me llames Cleo – dijo la mencionada.
¿Qué…haces aquí? – le dijo Tyler casi tan sorprendido como Katherine.
Recuerdo haberles dicho que me vengaría ¿no? Pero veo que no han cambiado nada. Siguen siendo los mismos vampiros débiles por los humanos. ¿O no Katherine? Ya que vos te convertiste en una – les recordaba Cleo mirando sus uñas negras y largas.
¿Cómo… Como sabes que lo soy? – le grito
Porque yo lo provoqué – decía esta vez mirándola desafiante y burlona -  ¿De quién crees que era el alma que sentiste? ¿O el sentimiento de maldad que hizo que se desmayaran? – dijo, dedicándole la última pregunta a Tyler mientras lo miraba – Tanto odio y maldad acumulada puede hacer una onda expansiva ¿lo sabías? –
Katherine no solo miraba a Cleo si no también a su alrededor. No era creíble lo que veía.
¿Qué ves Kath? – le pregunto Tyler en un susurro.
Nada de lo que sea bueno – le dijo mirando alrededor de las otras personas enfrente suyo.
Bueno empecemos – dijo la antiguamente llamada Laila – Bruno – le aviso al que se encontraba a su lado. Él le sonrió.
Soul protect…desactive – dijo el brujo en un susurro.
Katherine observaba al muchacho y con sus últimas palabras empezó a temer.









Capitulo 7
‘Está asustada’ – pensó Tyler - ¿Kath, que ves? – le pregunto otra vez.
Sus…son…no… podemos vencerles – le dijo bajando la cabeza.
¿A qué te refieres? – le preguntaba desesperándose.
¡La conversación ira para después! – grito Cleo corriendo a ellos.
Sam y Thomas se transformaron y corrieron hacia ella para detenerla pero fueron tacleados por otros dos lobos. Lanzándolos a unos metros de aquella parte de la pelea.
Victoria cambio su forma y con un hechizo rápido creó una defensa. Sofía le aportaba su fuerza.
Cleo se quedo inmóvil viendo con rabia a las brujas. Los cuatro se concentraban en la vampira de enfrente. Pues no se dieron cuenta que el vampiro que faltaba los quería atacar por detrás. Sofía aumento su poder y pudo crear una defensa completa que los cubriera lo suficiente para protegerse de ambos. Sin embargo, fue en vano. Bruno recitaba un hechizo mientras los miraba concentrado.
Cleo y Víctor pudieron entrar, golpeando a las brujas que intervenían en su paso. Las dos cayeron a unos metros del lugar. Michael se transformo en dragón y con su aliento de fuego los hizo apartarse un poco. Lo suficiente para que Katherine y Tyler subieran a su lomo y volaran.
Debemos pensar rápido antes de que… -
Michael que se encontraba volando alrededor de la pelea de los lobos, uno de los vampiros  saltaba desde el techo de la casa hacia su ala. Un gruñido se pudo escuchar. El vampiro lo había alcanzado y le había mordido un extremo del ala. El dragón se transformo en muchacho. Cayendo los tres al suelo.
Katherine, tirada en el suelo junto a Michael y Tyler, miraba a su antigua amiga acercarse. Ella era ahora humana, no era tan veloz ni tan fuerte como ellos. Se arrepentía de no haber pedido que la convirtiera el mismo día.
‘¿Convertir?’ – pensó Katherine viendo a Tyler como se paraba. Un soplido se escucho a su espalda y vio como Michael se encontraba parado delante de ella protegiéndola, del lugar de los omoplatos caía sangre. El ala antes mordida era ahora un omoplato ensangrentado.
Tyler pasó a su lado y se dispuso delante de ella. Katherine los miraba asombrada y al mismo tiempo asustada. Su vista se dirigió a Cleo, detrás de ella estaban Bruno y el vampiro que antes había atacado. Por un momento creyó que nada podría salir peor. Grave error al pensarlo.
Un aullido se escucho del lado derecho del patio. La humana giro su cabeza y pudo ver como Thomas caía al suelo mientras su rival, el lobo de tonos azules, lo dejaba tirado y corría hacia Sam que termino siendo atacado por el par de lobos. Uno de ellos le mordió el pescuezo haciendo que chillara de dolor. Con su cola, el lobo dorado azoto la cara de Sam, haciéndolo caer al lado de su amigo. Cada uno de los lobos se fue al lado de Cleo. Y ella les acariciaba su pelaje.
-¿Y eso es todo el show? – rio Cleo diciendo aquella frase.
Tyler no podía soportar todo eso, era aterrador y daba miedo. No solo lo veía sino que también lo sentía. Cada dolor, cada miedo de parte de ellos. Su mirada fue directa a la de Katherine. Ella sabía qué hacer solo que tenía miedo - ‘Si fuera vampiro ya hubiese… ¿Vampiro?’ - pensó Tyler y como una luz entendió que podían hacer. –‘Pero antes habría que hacer una distracción’ – pensó mientras buscaba con la mirada a las brujas. Y halla a unos metros las encontró.  Las dos caminaban un poco chueco hacia ellos pero si se podían mantener de pie. Su poder era alto pero su cuerpo era débil. Tyler miro a Michael y en un susurro le dijo: ‘Llévate a Kath y a Sofí junto a los chicos. Denles su sangre’. El dragón miro a su vampiro, anonadado. El semblante de Tyler era serio y él lo conocía demasiado bien como para saber que lo que decía no era dicho al azar. Su mirada se dirigió hacia su lado derecho donde se encontraba Sofía mirándolo serio. Los dos se asintieron mutuamente.  Michael tomo el brazo de Katherine y la llevo junto con Sofía hacia los lobos. Victoria se acomodo al lado de Tyler. Protegiendo al resto que se encontraba detrás suyo.
El vampiro sonrió maliciosamente parecía que se quería divertir. El brujo seguía con la mirada a Sofía, que mientras la bruja recitaba un conjuro de sanación para los lobos. Solo Bruno sabía que hacía y por algún motivo, no hablo. Laila miraba de reojo a Katherine y a Tyler como si quisiera saber algo que aun no logra descifrar.

Katherine miraba atenta a los lobos por si abrían los ojos. Poco a poco ese deseo fue concedido pues los lobos no solo abrían sus ojos, si no que se paraban como si nada hubiese ocurrido.  Sofía les sonrió y los lobos lamieron sus manos. La bruja ahora debía de curar a Michael pero este no quería todavía ser curado.
Kath lame mi sangre – le decía el dragón serio.
Pero… - se quejo pero fue interrumpida.
Hazlo, Tyler me ha pedido que bebas de todos – le exigió y explico poniendo su omoplato cerca de la cara de la humana para que lo lamiera. Ella miro a su amigo. Su mirada era de decisión. Una que no se cambia tan fácilmente.
De…de acuerdo – tartamudeando acerco su cara. Saco su lengua y lamio el sector donde salía sangre, nuevamente. Dio un par de lamidas más y alejo el rostro. Se relamió los labios y miro a Michael. Él le sonreía.
Esta vez lame la mía – Katherine miro a su izquierda. Thomas volvió a ser humano y se había hecho una pequeña cortada en su dedo pulgar. La humana miro a su amigo, el le asintió. Ella tomo su mano y con cuidado lo lamio. Solo lo hizo algunas veces para que después Sofía le pidiera que le lama su dedo también.
Luego que la humana allá lamido la sangre de la bruja, el dragón y el lobo. Miro a su alrededor. Tyler y Cleo peleaban, apenas se los veía pues sus movimientos eran muy veloces. Sam se había ido a pelear con el lobo rubio. El otro muchacho junto al vampiro habían desaparecido del lugar. Katherine miro hacia todas partes y pudo ver donde estaban.
Thomas – le dijo Katherine tomando su brazo desesperada – el otro lobo y el vampiro están dentro de la casa. ¡Ahí están los chicos! – Thomas miro hacia la casa. De un salto estaba parado, transformado en lobo. Por uno de los balcones, entro.
Sofí será mejor que… - Katherine vio a su amiga. Sofía se encontraba mirando al cielo. Ella y Michael dirigieron su mirada hacia donde su amiga veía.
 En el cielo, dos personas se encontraban paradas sobre unas placas de color. En la placa de color lila estaba parada Victoria y en la de color verde oscuro, Bruno.
Cada uno mirándose y hablando fijo. Katherine no oía lo que decían pero lograba mirar las expresiones que tenían. Bruno se encontraba calmado, como si esa pelea ocurriese todos los días y supiera que haría la otra persona. En cambio Victoria parecía que se arrancaría el cabello. Su rostro era de sorpresa y enojo a la vez.
‘¿Qué le habrá dicho?’ – se pregunto Katherine.
Una energía muy poderosa pudo sentir detrás de ella. Miro a su amiga. Su sorpresa fue para mucho.
Sofía se encontraba enojada y no solo eso. Mientras más veía a los brujos de arriba, mas incrementaba su poder. Era muy raro verla tan furiosa. Por lo que Katherine se limito a pedir solo una cosa.
Sofí – la nombrada la miro por unos segundos para después volver  a mirar arriba - ¿Podrías mandar toda la energía que estas acumulando hacia Sam, Thomas, Victoria y Michael? – El nombrado y su amiga la miraron - ¿podes? – le pregunto.
Es un poco difícil pero lo hare, es frustrante tener que acumular tanto poder – dijo la bruja.
La humana pudo ver como símbolos rodeaban a Sofía, un hechizo empezó a recitar. 
‘Poder del alma que poseo
Divídete.
Fuerza que quiere salir
Transpórtate al cuerpo que te necesita.
Usa tu poder para quien lo precisa.
Fragméntate para mis amigos.
A la bruja del cielo,
A los lobos de blanco y negro
Y al dragón a mi lado.
Energía oculta de mí ser
Ayuda a mis amigos con todo mi poder’

Pequeñas pero gruesas líneas de color anaranjado salían del cuerpo. Katherine las siguió con la mirada. Una se conecto con Sam; Otra se conecto con Victoria, una tercera entro a la casa, de seguro a conectarse con Thomas y la ultima se conecto con Michael. Su herida iba sanando. Eso le alegro a la humana.
Gracias Sofí – ella se encontraba con los ojos cerrados pero le sonrió. Parecía más calmada.
La humana miro a su antiguo amigo, habían parado de pelear pero algo no parecía bien. Las heridas que tenia Tyler no sanaban.
‘Necesita sangre’ – pensó – ‘¿Qué hago?’ – Su mirada se dirigió a todos sus amigos presentes, ninguno podía ayudarle, ni Michael ya que se encontraba sanándose y una herida en ese lugar para los dragones es crítica. Tyler cada vez se movía más lento. Y eso Cleo lo aprovechaba – ‘Pero yo… tome la sangre de los chicos’ – pensó dándose cuenta de lo que había hecho momentos atrás – Podría – pensaba mientras se paraba – no será tal vez una buena idea pero espero que funcione’ – se aparto un poco de Sofía y Michael.
Estando parada a unos metros de la pelea de los vampiros, dijo: - Alas…de dragón – 
La espalada le empezó a doler. Sentía un dolor agobiante. Miro hacia atrás y toco donde le dolía. Escamas sintió en sus dedos y de pronto alas de color dorado salieron de ella. Alas grandes de unos dos metros de largo y uno de ancho. Hermosas como las que poseía Michael.
Tras unos segundos de observar sus alas miro hacia los vampiros. Tyler estaba acorralado entre Cleo y el piso.
Veamos si funciona – se dijo para sí misma para empezar a mover las alas que ahora poseía. Cuando vio que se empezó a elevar del piso. El aleteo fue más rápido y de un impulso voló hacia los vampiros. Cleo la vio venir, pero se movió tarde. Con una patada golpeo a la vampira dejándola a algunos metros de ellos.
‘Al parecer la fuerza del lobo también funciona’ – pensó parándose y dirigiéndose a su amigo – Ty necesitas sangre – le dijo mirándolo mientras lo sostenía de para que no se caiga.
Lo sé pero… ¡Kath tienes alas! y… ¿qué le paso a tus ojos? Los tienes de color…– le pregunto mirándola sorprendido pero fue interrumpido.
¡Ahora no es tiempo para ver mi apariencia! ¡Tú solo muérdeme! Así te recuperaras y yo me convertiré en vampiro de nuevo – le dijo casi en un desespero.
De acuerdo – le contesto para tomar de su nuca y clavarle sus colmillos. Katherine ya conocía ese dolor, de que su cuerpo se pudriese, pero algo en esta mordida era distinto. Algo en su interior no cambiaba. Seguía siendo cálido…
‘Cuando debería ser frio’ – pensó. Tyler quito sus colmillos de su cuello.
Muérdeme tú ahora – le dijo. Katherine no tardo en obedecer. Sus recuperados colmillos salieron y con una rápida relamida en ellos, mordió el cuello de su amigo.
Los ojos de Katherine volvieron a cambiar.
Tyler miro hacia delante, veía como Cleo los miraba con rabia.
‘Su plan fallo’ – pensó el vampiro. Katherine quito su boca del cuello de su amigo. Tyler la miro, volvió a quedar sorprendido.
Los ojos de Katherine no eran normales. Su iris y su esclerótica eran de distintos colores. Sus ojos tenían una esclerótica de color negro y no blanco como era de tener siempre. El iris del ojo derecho era mitad rojo sangre mitad color miel y su iris del ojo izquierdo era mitad de dorado mitad de color chocolate. Eran muy raros y a Tyler le daba impresión.
No me mires de esa manera que me da miedo – le dijo – Tengo los ojos así por las transformaciones. Rojo sangre por vampiro, negro por bruja, dorado de dragón y miel de hombre lobo. Chocolate por humana.
¿Humana? – le pregunto sin entender Tyler. Su amiga le sonrió y se dio vuelta.
Ve a cuidar a Michael que hasta hace un rato estaba herido – le dijo. Y salió corriendo en dirección a Cleo, que se encontraba a unos cuantos metros de ellos.
Un ‘Morirás’ se escucho de la boca de Katherine, que corría a pelear con su antigua amiga y nueva enemiga. El vampiro no entendía a que se refería con ‘chocolate por humana’ pero decidió ir al lado de su dragón.
Delante de la casa. Ocurría una pelea entre dos lobos y un vampiro. Uno se encontraba mas herido que el otro. El vampiro no se recuperaba fácilmente y eso Thomas lo había notado. Sin embargo el tal Cold, como le habían dicho sus nombres, solo parecía cansado.
En cambio Thomas se sentía más libre y con mucha más energía y poder que antes. Y nadie notaba el por qué. Solo Katherine, que podía ver las líneas, y Sofía, que lo sentía, sabían la razón.
¿Y ya están cansados? – les pregunto Thomas tomando forma humana. Cold hizo lo mismo y Víctor  oculto sus colmillos.
¿Qué te hace pensar que estoy cansado? – le dijo Cold.
Los vampiros no nos cansamos – le contesto la voz gruesa de Víctor.
Ya veo, entonces lo hare rápido. Ya me canse de este juego – les dijo Thomas cruzando sus brazos por detrás de la nuca.
¡¿Qué dices maldito?! – le grito y pregunto Cold enojado.
Thomas le sonrió y se transformó. Víctor mostro sus colmillos y el otro se volvió un lobo otra vez.
Los enemigos corrieron hacia él. Pero Thomas fue más astuto y salto por encima del vampiro para que dé un instante a otro se convirtiera en humano y tomara su cabeza y la separara del cuerpo.
Lo que quedo del vampiro cayó al suelo y Cold le gruñía a Thomas, quien sonreía y arrojaba la cabeza a un lado.
¿No les dije? – le hablo para luego optar por la apariencia de lobo.
Esta vez corrieron los dos hacia el otro. Cuando Thomas estuvo lo suficientemente cerca con sus patas delanteras se giro, haciendo que su cola le pegara a el hocico del otro lobo. Cold salió volando unos metros más lejos. El lobo blanco se le acerco cuidadosamente y de un salto llego hacia el pescuezo del lobo azulado, que en menos de cinco segundos ya le había arrancado la mitad del cuello.

En el patio. Una vampira y una muchacha con cinco especies en su interior, luchaban como si el mundo se acabara al siguiente día.
Sam había derrotado al lobo llamado Beast. Que como buena mascota de la enemiga llevaba un collar con su nombre. El cual el lobo negro le tiro y piso.
Bruno aun peleaba contra Victoria. Pero al parecer de la bruja, el muchacho no había mostrado todas sus cartas.
Sofía seguía brindando su poder, pero esta vez solo a Victoria. Ya que el dragón y los lobos ya no la necesitaban.  Thomas y Sam habían derrotado a sus enemigos pero querían mas, sin embargo no podían hacer nada.  Bruno y Victoria peleaban en el cielo. Katherine y Cleo eran muy veloces. Sin decir que los lobos se divertían ver a la enemiga sufrir ya que la apariencia nueva de Katherine y su poder la hacían mucho más poderosa que a una simple vampira.
Esto es muy divertido y que se yo pero… ¡Terminen la pelea de una vez por todas! – les grito Sam a las amigas que peleaban.

Veo que tu amigo te está dando ánimos – dijo Cleo.
Como buen amigo e impaciente que es – le contesto Katherine.
Las dos peleaban cuerpo con cuerpo. Katherine sabía algunos hechizos para poder utilizar la sangre de bruja pero eran de defensa. Sin embargo la fuerza de un vampiro y un hombre lobo eran extraordinarias juntas. Las alas o el aliento de fuego y hasta la velocidad del vampiro era muy necesaria.
Cleo había dicho que toda su “vida” de vampira había tomado sangre de vampiros purasangres, así que era lo suficientemente fuerte. En cambio Katherine siempre ha tomado de animales, muy pocas veces de humanos. Pero con los poderes de ahora no podía perder tan fácil.
Cada tanto Katherine desviaba la mirada hacia sus amigos. Le alegro cuando vio a Sam, Thomas, Tyler y Michael bien. Pero aún quedan las brujas.
Hacia cuanto no nos veíamos ¿eh? – Le dijo Cleo – Me siento satisfecha con saber que tienes esa maldita pero santa enfermedad –
¿Qué? – Katherine no entendió que le había dicho. De un solo empujón la aparto a un par de metros – Habla claro – le exigió.
Quieres que hable claro, pues lo hare – le dijo y luego miro hacia arriba - ¡Bruno es el momento! – le grito al muchacho que la veía con una sonrisa de satisfacción en la cara.
Bruno solo se reverencio y empezó a descender la placa en donde estaba parado.
¡¿A dónde piensas irte?! – le grito Victoria acercándosele. Pero de un solo movimiento Bruno logro que Victoria no se pueda mover.
Ve el espectáculo y no interrumpas – le susurro para luego seguir su camino hasta la vampira.
El resto ya se había puesto atento a lo que hacía ese par. Sofía fue hacia Victoria, para quitarle aquel hechizo.
Katherine pudo ver como algo en el interior de Cleo se achicaba. Ella miro hacia sus amigos. Se alegro y al mismo tiempo, se sorprendió de los poderosos que se habían vuelto en una sola noche.
Sea lo que sea que harás, no duraras tanto tiempo – le advirtió Katherine a la vampira.
¿Por qué lo dices? ¿Me vas a matar? – le contesto burlonamente Cleo.
No, lo digo por tu alma y destino – le contesto seria.
¿Por mi alma? ¿Destino?– le pregunto Cleo confundida.

¿A qué se refiere con su alma? ¿Y qué tiene que ver el destino Ty? – le pregunto Sam.
Creo que será mejor que se los diga – les hablo Tyler  - ¿se acuerdan del don de percepción  que les hable que Kath poseía? – Todos contestaron que sí – Bueno, su don es de percepción pero es diferente al mío y mucho mas valioso y raro. Ella puede ver las almas de las personas. De cualquier especie en realidad – les dijo mirando a su amiga – Es por eso que no lo quiere decir, por que al hablar de su don es fácil saber quién es poderoso y quién no. El destino esta enlazado con el alma. Dependiendo de su destino, depende como estuvo, esta o estará su alma. Es como ver como es o sera la persona. Por eso ella los eligió –
¿Eligio? – pregunto Thomas sorprendido viendo a su amiga.
Ella desde siempre ha podido ver las almas de ustedes, como  se volvían poderosos o débiles, como era su personalidad y como actuarían respecto algunas cosas – le contesto.
Entonces siempre… - hablaba Sofía trayendo a Victoria, que habían escuchado a pesar de estar un poco lejos.
Entonces siempre supo lo valientes, fuertes y poderosos que eran, de lo que eran capaces y de lo que no. Acéptenlo su amiga es muy rara – termino de explicar Tyler sonriéndole a su amiga.

Así que puedes ver mi alma – decía Cleo mirándola fijamente – Eso sí que no me lo sabía. Claro, como nunca hablaste de ello, yo nunca lo supe. No hubiese sido tan sencillo averiguar tu don como el haberle quitado las investigaciones a Lisandro para saber de tu enfermedad – le hablaba cruzándose de brazos – Que mal que tu suerte se acabo - le dijo para que de sus botas largas sacara un cuchillo.
¿Me piensas hacerme daño con un cuchillo de cocina? – le dijo sonriendo Katherine.
No solo es un cuchillo de cocina, sino que también posee células de humano, suficientes para llenar tu cuerpecito entero – le contesto sonriéndole maliciosamente. Katherine dejo de sonreír y la miro seria.
No me podrás hacer nada – le dijo
¿Segura? – le pregunto amenazadoramente – Bruno haz lo tuyo – le dirigió la palabra al que se encontraba a su lado.
El brujo se puso de espaldas a Cleo y empezó a recitar unos hechizos que nadie podía escuchar. De pronto algo voló hacia ellos.

Flotando a cinco metros de alto se encontraban Mattew, Colín, Emily y Keitlyn desmayados.
Esto es sencillo. ¿Vos o ellos? – Sonrió Cleo viendo la cara de miedo de Katherine.
           




Capitulo 8
La mirada de desesperación de Katherine era obvia. Sus mejores amigos, los más indefensos, estaban siendo hechizados por aquel brujo.
Contestame ¿Sos vos o ellos? – le repitió
Se encontraba muda. No podía creer que encerio estuviese pasando eso. Su mirada se dirigía a cada uno de sus amigos. A los humanos que lamentablemente eran controlados, a los lobos que la miraban con la misma preocupación, a las brujas que su mirada transmitia tristeza, a Michael que solo miraba a los humanos preocupado y a Tyler, su amigo era fuerte pero sabía de que si fuera un simple humano estaría llorando a mares en ese presiso momento. Siendo un vampiro era difícil llorar o mostrar los verdaderos sentimientos que poseía.
Al ver que no me contestas, Bruno, haz lo tuyo – le ordeno. La mirada de Katherine volvió a ella.
¡Espera! – le grito. El brujo, que antes se acercaba a sus presas, se detuvo. - ¿Qué quieres que haga? – le dijo en casi un susurro. Pero suficiente para que la vampira la escuchara.
Mátalos – Katherine la miro con horror, asustada y juntando lagrimas en sus ojos. No podía pedirle eso, todo menos eso.
Cleo empezó a reír a carcajadas, que más que risa daba miedo. Bruno esbozo una sonrisa leve – Tuviste que ver tu cara – le decía sonriendo, mostrando sus colmillos largos y afilados.
El corazón de la humana volvió a latir. Por un momento pensó que no saldrían vivos de esta pero al parecer la vampira poseía otros planes.
Primero que nada. Quiero que te deshagas de esas alas – le dijo señalando al par de alas de dragón que la humana aun mostraba. Katherine las miro para luego bajar la cabeza.
Sus alas se fueron achicando y terminaron desapareciendo.
Así me gusta más. Ahora muéstrame tu cara – le ordeno. Ella la subió.
Sus ojos ya no mostraban sus colores anteriores, solamente predominaba el iris izquierdo de rojo sangre y el derecho de marrón chocolate. Su esclerótica también volvió a la normalidad.
Así que ocultaste los poderes que te brindaron, excepto el vampírico ¿no? – Le decía mirando fijamente a sus ojos. Katherine asintió levemente – No me ganaras siendo un mitad vampira mitad humana. Así que como tal… -
Cleo que miraba la daga con suma delicadeza, como si quisiera memorizar cada detalle de ella, la miro.  Sus ojos mostraban rabia y de un momento al otro se encontraba enfrente de Katherine.
La humana dirigió su mirada hacia su vientre,  tomo la manos de Laila tratando de poder quitarse lo que le habían apuñalado. Algo que Cleo no permitiría y apretó más. Luego de algunos segundos transcurridos quito la daga. Cayendo Katherine de rodillas al suelo. Tomadose aun el vientre.
Sus amigos al ver esto dieron unos pasos adelante pero el brujo se los impidió. Poniéndose entre ellos y los planes de Laila les movia el dedo de un lado al otro, mostrándoles que no podían pasar y apuntándoles hacia arriba.
Todos  miraron aquella dirección. En el cielo miraban como el resto de sus amigos se encontraban flotando y no solo eso. Cada uno poseía una cuerda alrededor de su cuello. Una muy parecido a la de la orca, con el mismo nudo y grosor.
Dan un paso más y los ahorco – le advertía Bruno mirándolos.
Todos miraron al causable con odio, rencor, furia y desesperación. No podían hacer nada y menos en esa situación.
Katherine apenas pudo levantar la vista hacia sus amigos, pero no la levanto más. Cleo le había pegado una bofetada y ella ahora se encontraba tirada en el piso a unos metros de la vampira.
Pobrecita – le decia acercándosele – ¿y si mejor acabo con tu sufrimiento? Será mejor ¿no? –  Cleo se inclino un poco hacia ella, la miraba con un una mirada penetrante y una sonrisa que mostraba todos sus dientes y el par de colmillos. Su rostro daba miedo.
Katherine tenía miedo, terror, horror por aquella chica. Que años atrás parecía tan indefensa.

Setenta y cinco años atrás.

Tío ¿Qué traes ahí? – le preguntaba Katherine bajando de la angosta escalera en dirección a su tío. Este llevaba una canasta en sus manos, una manta tapaba lo que tenia dentro. En la otra llevaba un pequeño papel, parecido a una nota.
Es una canasta con dentro… - Lisandro dejo de leer la nota que tenía en sus manos para apoyar la canasta sobre la mesita con flores que se encontraba cerca. Levanto la manta. Una pequeña carcajada se escucho – un bebe – Katherine abrió sus ojos al escuchar la risita, que obviamente no venía de su tío. Lentamente se acerco hacia el lugar donde se encontraba Lisandro. Pudiendo ver como el admiraba al bebe que se encontraba dentro de la canasta con una sonrisa tierna.
¿Qué hace un bebe acá? – Aunque el niño le pareciera de lo más hermoso y tierno, tenía que parecer fría. No se podía encariñar con alguien que muy pronto desaparecerá – ¿Tío? – le llamo viendo como el nombrado salía de su pequeño trance.
No sé, lo dejaron en la puerta. La nota dice que lo cuidemos que ellos no pueden – Lisandro tomo en brazos al pequeño. Sorprendentemente no lloro en los brazos de un extraño – También dice que es una niña y su nombre es Laila –
 El vampiro parecía embobado con la pequeña pues sus ojos no dejaban de mirarla.
¿Qué harás? – Le pregunto pero su tío no la volvió a escuchar, o simplemente la ignoro – ¿Te la piensas quedar? – le pregunto sorprendida al analizar las reacciones de su tío.
No, no podemos permitir que una niña humana viva con nosotros es muy… - Lisandro paro y miro a la niña totalmente sorprendido.
¿Qué ocurre? – le pregunto Katherine.
Me hablo – contesto.
Como te... – decía la vampira pero fue callada por un pensamiento que paso por su cabeza - tu don – susurro.

Dieciséis años más tarde se encontraban dos vampiros peleando entre sí. Cada uno con una espada. Sin protección alguna. En plena oscuridad de la noche.
Kath, Padre vengan a comer. Ty ya me hizo la comida y yo ya serví su sangre – le gritaba la, ahora adolescente, Laila a Lisandro y Katherine.
Los vampiros detuvieron su pelea para luego acercarse a la muchacha de cabellos enrulados y largos, algo parecidos a los de la vampira.
Les sonrió y corrió hacia dentro, haciendo que su vestido celeste flameara.
Si sigue descalza pescara un resfriado tu pequeña hija– le decía Katherine a su tío.
Lo sé y deja de decir que es pequeña, ya es una adolescente – le reprochaba.
Una adolescente humana que tiene una familia de vampiros – susurro la vampira.
Sabes que fue inevitable para mi despegarme de ella después de cómo me suplico que no la dejara – le hizo recordar.
Lo entiendo pero creo que fuiste un poco lejos con hacerla llamar tu hija. Ni Ty y yo te llamamos asi – le contesto.
Siento que soy su padre desde que la vi, así que no me critiques. Además, por casualidad, mis queridos sobrinos ¿sienten celos? – le preguntaba mirándola.
Dejate de tonterías, nunca sentiría celos de ella. Solo que es raro – le contesto mirándolo de reojo y volviendo a ver al frente mientras se acercaban a el gran comedor.
Luego de algún rato, las cuatro personas estaban sentadas en la gran mesa. Una de ellas comiendo la deliciosa comida del vampiro. Y tres de ellos tomando solamente una botella de sangre fresca.
¿Esta rico? – le pregunto el chef vampiro.
Muy rico, primo – le contesto la joven sonriendo.
Me alegro – le dijo con una sonrisa Tyler, antes de tomar otro sorbo de su copa.
¿Decidiste que hacer para mañana? – le pregunto Lisandro.
Si, ya lo eh decidido padre – le contesto la muchacha esbozando una sonrisa tierna y feliz.
¿Y qué quieres hacer? – le pregunto Lisandro.
Quiero…en verdad lo eh pensado mucho y quiero… - Tyler sintió un poco de miedo pero seguridad – ¡quiero que me conviertas en un vampiro padre! – le dijo casi en un grito cerrando sus ojitos con toda su fuerza esperando que la retase.
Los tres vampiros se miraron, cada uno sonrió. Cada uno de distinta forma.
Tyler, su sonrisa era de incredibilidad. Katherine, sonrisa que reflejaba una frase: ‘¡Que más! Ya lo deseo’. Lisandro, sonrisa de felicidad y ternura. Querían tanto a su humana.
De acuerdo – le contesto Lisandro sorprendiendo a su ‘hija’.
La joven abrió despacio los ojos con la cara de sorpresa reflejada en ella. Su sonrisa también fue de felicidad. Se paro y paso por debajo de la mesa para después abrazar a su padre.
¿Mañana quieres convertirte? – le pregunto el mayor de los vampiros a la muchacha que poseía en sus brazos acariciándole su cabello.
Si – dijo tranquilamente abrazándolo mas fuerte.
La noche y el dia paso muy rápido para los vampiros, sin embargo para la humana se sintieron años. Aunque la hayan estado pasando bien sus pensamientos siempre se dirigían al reloj, esperando impacientemente a que sean las doce para la conversión.
Cuando dieron las doce tonadas en el reloj, cada uno ya se encontraba en la sala. Laila sentada en un sillón mientras que en los costados estaban los vampiros menores y el mayor enfrente de la humana.
¿Lista? – le pregunto asegurándose de que no esté nerviosa.
Siempre – le contesto esbozando una sonrisa radiante la cual fue contestada por Lisandro imitando tal sonrisa. De un momento para el otro sus colmillos aparecieron y Laila sabía que era el momento.
Tyler y Katherine, quienes estaban analizando como se sentía la humana, pudieron notar distintas cosas.
Lisandro acerco su boca hacia el cuello de su hija. Clavándole los colmillos, chupándole hasta la última gota de sangre de todo su cuerpo.
Katherine, entre la transformación, vio como el alma de Laila cambiaba. Su alma, que antes era de un completo celeste, ahora poseía unas franjas de color negro. Le pareció extraño ya que las alamas no cambian aunque se transformen en los que sea.
Tyler, que se encontraba del lado contrario a Katherine, sintió como nuevos poderes crecían dentro de ella. También sintió que Laila cambiaba. ¿Pero de qué forma? Pensó el vampiro sintiendo todo aquello.
Lisandro termino su labor y con rapidez le acerco un vaso de sangre a la boca de su hija. Ella tomo despacio pero de pronto sus ojos se abrieron completamente. Mostrando su nuevo color. Rojo pasión. El vampiro alejo el vaso.
¿Cómo te sientes? – le pregunto con cuidado.
Laila se paro despacio y sonrió. Mostrando claramente sus afilados dientes.
Me siento más viva que nunca – dijo dando vueltas y paro – irónico – dijo riendo. Todos sonrieron por el comentario - ¿Pero no entiendo por qué ocultan esta forma de sentirse? Es totalmente exquisita – les dijo mirándose las manos – Que desperdicio –
Lisandro miro a su ‘nueva’ hija y la tomo de los hombros. Su mirada se transformo en lo más serio posible.
Laila ya no eres humana, no puedes hacer lo que quieras. Tenemos reglas y debes seguirlas – le advirtió y explico.
Si padre – le dijo dándole un abrazo para volver a mirarse sus manos. Aun no creía que en verdad era una vampira. Tanto poder, tanto tiempo para utilizarlo pero tan siquiera prohibido.
Los meses pasaron, al principio todo iba de maravilla, pero luego de un tiempo los reproches empezaron. Laila era cada vez más egoísta, fría y mala. Llego a un punto en que se quejaba por todo. Hasta que un día Katherine la enfrento.
¡No puedes ir tomando la sangre de todo el pueblo Laila! – le grito la vampira.
¡No me digas que hacer! ¡Solo mi padre puede hacerlo! – Le contraatacó, sabiendo que ella tenía razón; Siguió  paliándole – Padre – le decía mirándolo cambiando su expresión de enojo a pobre – dile que lo que hice está bien, que les acorte su sufrimiento –
Aunque estén enfermos Lai, no puedes hacer eso. Lo tenemos prohibido – le contesto Lisandro calmadamente yendo hacia ella.
¿Prohibido? Padre sos el vampiro más fuerte que eh conocido ¿cómo es posible que sientas lastima hacia ellos? – Lo miraba atónita y al mismo tiempo decepcionada – ¿Sabes qué? Estoy harta, siempre te pones del lado de ellos, y de mí nunca. Jamás me diste la razón – Laila cada vez subía mas su tono de voz - Y si no fuera por la vez que te roge de bebe, ¡Tu nunca me hubieses aceptado! Me tienes lastima ¿no? – termino susurrando bajando la cabeza –
Hija no es… - le trataba de consolar pero fue brutamente callado por la bofetada que le dio su ‘hija’ - ¿Qué… -
Tanto poder y lo desperdician, tanto tiempo y no le dan algo útil, tanta comida y no la aprovechan – les reprochaba, su mirada mostraba su furia acumulada – ¡Ustedes no se pueden llamar vampiros… – les grito –…Son muy débiles! ¡Jamás les perdonare por hacer reprimir mi verdadero yo! ¡Me vengare! – les termino gritando para luego desaparecer.
Los tres vampiros vieron como ah gran velocidad se dirigía la pequeña vampira hacia la salida.
Lisandro no la detuvo, seguía en shock por el golpe, no porque le fuese a doler si no porque la muchacha que consideraba su hija lo hizo.
Los vampiros menores suspiraron, sabían que esto terminaría asi. Era más que obvio por las actitudes de Laila.

A la noche siguiente a esa, todo ocurrió como dieciséis años atrás, antes de que aquella beba apareciera. Nadie quiso tocar el tema, acordaron nunca hablar de ello.

Pero aunque lo habían prometido, Katherine recordaba y solo ocurría por el hecho de tener a Cleo, anteriormente Laila, enfrente de ella; Pegándole.
Una y otra vez Cleo le pegaba y Katherine caía, se lastimaba y volvía a sanar, salvo que no a la velocidad que es acostumbrada.
Todos miraban la escena, aterrados y furiosos. Sofía entre lágrimas, no podía hacer nada. Sus amigos se encontraban amenazados con una soga en el cuello y elevados del suelo y su otra amiga siendo brutalmente golpeada. Los hombres lobos, que son las dos personas que actúan y no piensan, ahora se encontraban petrificados por la escena presentada. Pensando que se podría hacer. El vampiro, el dragón y la bruja faltante no podían moverse. Victoria aun poseía un poco de aquel hechizo, y los muchachos no podían hacer mucho.
Todos tenían que esperar y observar, si era Katherine dejaban que Keitlyn, Emily, Mattew y Colín se murieran. Y si iban por ellos, dejaban que Katherine muriera muy lentamente. Todos los planes que se les podían ocurrir terminaban en la muerte de alguien. Y nada de eso, ellos, querían.
Cada uno podía observar como Cleo se le volvía acercar a Katherine con el cuchillo en mano. La muchacha apenas había sanado, sus células ya eran del todo humanas.
De un movimiento rápido la vampira le clavo la daga. Logrando que Katherine escupiera sangre.
Luego de ver aquello, algo raro paso.
Ninguna se movía. Se habían quedado en la posición en la que estaban. Katherine levanto un poco su cabeza y todos pensaron que los iba a mirar pero en cambio…


Es tu hora, Lai – le dijo en un susurro en el oído Katherine, clavándole aun más profundo el pedazo de madera que cogió antes de que Cleo la apuñalara.
¿Cómo… - le susurro – …pudiste… - La, ahora, humana completa busco su mirada. Y la encontró.

Melancolía. Solo una palabra podía caracterizar esas miradas. La melancolía de matarse entre ellas, la melancolía de terminar de esa manera las cosas, la melancolía de morir así.
Se termino el juego Laila. Es hora de irnos – le volvió a susurrar. Cleo y Katherine se miraron durante algunos segundos más, hasta que la vampira bajo la mirada.
Un ‘de acuerdo’ provino de su voz. La humana tenía razón y ella no podía hacer nada para contradecirle.
Las dos ahora poseían la cabeza a gacha.
Todos los testigos miraban asustados, hasta Bruno, que su semblante de poder y confianza cayó cuando…
Perdón – susurro Laila, para que su cuerpo se convirtiera en cenizas.

Mirando como Laila se había hecho cenizas, sonrió.
Hasta pronto…primita – susurro.
Levanto la vista y miro hacia sus amigos. Todos la observaban al borde del llanto. No había rastro de Bruno, por lo que los humanos despertaban en los brazos del resto.
Katherine volvió a sonreír. Todo estaba tranquilo, todo estaba… triste.
Luego de aquella sonrisa Katherine cayó al suelo. Muriendo al instante en el que toco la tierra.

Tyler corrió hacia ella, pero era tarde, no sentía nada de parte de su amiga. Nada. Y lloro, por primera vez siendo un vampiro, una lágrima le broto de los ojos.
Todos se acercaron hacia la fallecida pero en un intento de tocarla su cuerpo se deshizo, convirtiéndose en polvo de color azul.

Llantos fuertes, suplicas y maldiciones se escuchaban a lo largo de todo aquel lugar.
Y segados por la tristeza y el dolor no pudieron ver al ángel que recogía el alma azulada que se encontraba flotando sobre ellos.


Sebastián había visto todo el proceso de la muerte de su amiga. Prometiéndose que el cuidaría esta vez de ella. Recogiendo su alma para llevarla al mismo paraíso.
Donde hacía tiempo se había ganado su entrada.







Nota de Autora: Algun dia tal vez lo siga, y tal vez lo edite como quiero XD